En el aniversario número 63 del músico Alejandro El Bocha Sokol, oriundo de Hurlingham, se inauguró una estatua que lo homenajea. Conocé la historia de la obra realizada por el artista Adrián Bachi Delorto en esta nota.
Este lunes 30 de enero se cumplen 63 años desde el nacimiento del ex Sumo y Las Pelotas y en su honor el Municipio de Hurlingham lo homenajeó con el encuentro Una estatua para el Bocha. La cita fue esta tarde en la Estación de Hurlingham y asistieron vecinos y fanáticos.
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La obra fue realizada por el artista Adrián Bachi Delorto y mide más de dos metros de alto, 1,50 de ancho y pesa una tonelada y medio. La estatua del músico fue una iniciativa de Marcelo Jorge Fiori Quercetti, un seguidor y vecino de toda la vida del artista, que se la encargó al escultor y ahora decidió donarla a la esquina de Jauretche y Remedios de Escalada del barrio de Hurlingham, en la zona oeste de la provincia de Buenos Aires.
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En un proyecto que lleva más de un año, el vecino de Hurlingham le encargó la estatua a Adrian Bachi Delorto y éste comenzó la obra en Córdoba. Una vez terminada, la obra permaneció en un depósito de Valentín Alsina, ya que Marcelo Jorge Fiori Quercetti necesitaba la habilitación para poder instalarla en su deseado barrio de Hurlingham.
Este lunes se inauguró la obra que fue donada por el seguidor al Municipio y ya se encuentra emplazada en la estación de Hurlingham de la Línea San Martín de ferrocarril, un punto histórico según vecinos y fanáticos.
Según expresó Marcelo Jorge Fiori Quercetti al medio Rolling Stone, para ellos el Bocha era un vecino: “Lejos de las luces del éxito, saludaba hasta a mi abuelo y a mi vieja. Cuando salíamos de la escuela lo veíamos y siempre nos saludaba, era una gran persona”, señaló.
El reconocido compositor falleció en 2009 a sus 48 años y es un emblema de la zona oeste de la provincia. Sokol editó Corpiños en la madrugada (1983) con la banda Sumo y Corderos en la noche (1991), Máscaras de sal (1994), Amor seco (1995), La clave del éxito (1997), ¿Para qué? (1998), Todo por un polvo (1999) y Esperando el milagro (2003), entre otros, con Las Pelotas.
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