Leer un grafiti callejero puede transformarse en un cachetazo de realidad. Comparable solo con la piña demoledora de Tyson, en su época de gloria. Eso fue lo que ocurrió con este grafiti, de autor anónimo, escrito (cual pizarrón) en las chapas que rodean una obra sobre la Avenida 19, equina 39, de la Ciudad de La Plata. Dice “yo te vi robar vacunas“.
Con muy pocas palabras expresa una declaración de principios, una lección de moralidad (inexistente en el poder político de turno) que deja pensando a más de uno.
TE PUEDE INTERESAR
Apareció hace unos días. Su foto disparó, como por arte de magia, palabras y frases sueltas, escritas en un papel.
La primera fue indignación. Seguida de estafa, corrupción, inmoralidad, impotencia, desprecio por la vida del otro, hijaputez, soberbia, privilegios, amigos del poder, viveza criolla, falta de escrúpulos. Estas dos últimas frases muy utilizadas por los argentinos. A la que se podría sumar otra muy trillada: “Así nos ven a los argentinos en el mundo”. Pero no da.
El grafiti dispara en la memoria la conferencia de prensa del presidente Alberto Fernández en México, desde donde, con pocas palabras avaló este hecho de corrupción. Minimizando y calificando al escándalo de las vacunas Vip como una “payasada”. Sosteniendo, en su voz de Jefe de Estado: “No hay ningún tipo penal en la Argentina que diga: ’será castigado el que vacune a otro que se adelantó en la fila’”.
Adelantarse en la fila está mal visto por la sociedad. Utilizar privilegios desde la función pública o con los amigos del poder es ¡un delito! que puede encuadrarse en las figuras de abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público, tráfico de influencias y malversación de fondos públicos (art. 248 y subsiguientes del Código Penal) y otras tantas figuras que aparecen en el bastardeado Código Penal argentino. Algo que sabe cualquier estudiante de derecho.
Un código que el Presidente debe saber de memoria, siendo abogado y profesor de la UBA, donde enseña a los futuros abogados la materia “Teoría del Delito”.
“Mentir así no resulta digno de un profesor de una de las facultades de Derecho más importantes del continente”. Eso dijeron, a través de un comunicado, los estudiantes de abogacía de la Universidad de Buenos Aires. Quienes además desafiaron al presidente a que repita en una aula, ante estudiantes de primero o segundo año, lo que declaró en México… Algo que un mandatario desprestigiado por la reiteración de errores y manipulado por su Vicepresidenta (quien realmente ostenta y ejerce el poder en Argentina) no lo va a ser, porque sabe que no les puede mentir en la cara… Aunque desde la falsedad y la mentira gobierne a más de 44 millones Argentinos.
Aparecen muchos interrogantes, a partir de las graves irregularidad cometidas con las vacunas
Primero: ¿Alguien en su sano juicio puede creer que con Ginés se termina el escandalo (en un mundo de hipocresías puede ser)?
Segundo: Carla Vizzotti, flamante ministra de Salud, ¿no sabía nada? Teniendo en cuenta que el vacunador de la familia Duhalde es el Dr. Alejandro Costa, número dos del ministerio, y que los padres de la funcionaria están vacunados, al igual que el padre y los suegros de Sergio Massa (quien también debería dar explicaciones).
Tercero: ¿Que el problema se iba a terminar con la lista de vacunados que presento Santiago Cafiero? Minimizando y culpando a los medios de comunicación.
Cuarto: ¿Dirá algo Axel Kicillof de su esposa? Como va a explicar el niño mimado de Cristina que Soledad Quereilhac, primera dama bonaerense, le ofreció la vacuna a Beatriz Sarlo tal cual lo declaro la ensayista ante el fiscal y la jueza que entienden en la causa del Vacunatorio V.I.P. Y a Moria Casan, ¿quién se la ofreció? ¿Habrá un listado de “Celebrities” (decirles famosos es demodé) en la provincia?
Quinto: Cada día aparecen ”más colados” en la fila de las vacunas de todo el país.
En cuanto al verso del personal estratégico. Los argentinos nos merecemos una explicación. Porque el gabinete de un ministro, administrativos, telefonistas de un Call Center gubernamental, o los “pibes” de La Cámpora son más estratégicos que el personal de salud que están en la primera línea de fuego.
La sociedad en si se merece una explicación y más los abuelos, hace un año están encerrados en sus casas sin ver a sus nietos, familia y amigos por temor a enfermarse, quieren saber porque sus vacunas se las robaron los amigos del poder. Muchos de ellos menores de 30 años. Ellos especialmente se merecen una explicación de las máximas autoridades del país.
En tiempos que la pandemia se llevó la vida de más de 50.000 argentinos, ¿por qué se utiliza políticamente la vacuna?
El Twitter de Carlos Bianco, el jefe de gabinete de la provincia de Buenos Aires, es más que claro en la utilización política de las vacunas .
¿Con qué cara los vacunados de La Cámpora van a mirar a sus padres y sus abuelos? ¿Con que cara les van a decir que se colaron en la fila y les robaron la esperanza de vida?
Lamentablemente no van a darles ninguna respuesta. Mucho menos a la sociedad. Son fanáticos y los fanáticos solo rinden cuentas a su Mesías. En esta caso la jefa. Que maneja los hilos del poder y a sus actores como marionetas
Haber ganado una elección no da derechos a apropiarse de la salud y las libertades individuales de los argentinos, de los que lo votaron y los que no lo votaron.
Pensar que el Presidente venia, entre otras cosas, a cerrar la grieta. La grieta que divide a los argentinos es moral.
TE PUEDE INTERESAR