La campaña de vacunación contra el coronavirus avanza en la provincia de Buenos Aires a un ritmo cercano a 100.000 aplicaciones de la vacuna por día, y desde el Ministerio de Salud evalúan qué hacer con quienes no quieren ser inmunizados.
Así lo reconoció el ministro Nicolás Kreplak, consultado sobre la posibilidad de hacer obligatoria la vacunación a partir de la nueva ola de coronavirus registrada en los países europeos.
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“Hace mucho tiempo que venimos viendo qué tipo de medidas podemos afrontar para que sea obligatorio, o que efectivamente haya una diferencia respecto de las actividades que pueda hacer una persona que está vacunada y una que no”, destacó en diálogo con radio El Destape.
Sin embargo, aclaró que por el momento no hubo definiciones. “Se está discutiendo eso, no tenemos por el momento ninguna definición. Quizás pueda suceder ante una situación de mayor riesgo, pero todavía estamos vacunando mucho”, indicó el Ministro.
En este momento, la provincia de Buenos Aires avanza con la vacunación a menores de 11 años, entre los cuales inoculó con una dosis a 969.714, ya completaron el esquema 274.013 y aún falta vacunar a 376.929 inscriptos.
Además, más de 450.000 mayores de 18 años con condiciones de riesgo recibieron un refuerzo de la tercera dosis. “Estamos a punto de llegar al 82% de la población vacunada, son niveles muy altos si nos comparamos con casi cualquier país del mundo, entonces hay que ver si son necesarias ese tipo de medidas”, señaló Kreplak.
En ese sentido, evaluó que es prematuro pensar en la obligatoriedad de la vacuna, en tanto sigue avanzando la cantidad de población inoculada. “No hemos llegado al momento donde se nos acaba la población para vacunar y entonces hay que ver qué otras medidas tomar”, afirmó.
La polémica por la vacuna: ¿tiene que ser obligatoria o no?
Qué hacer con quienes no quieren vacunarse es una controversia mundial que, hasta el momento, por suerte no tuvo lugar en nuestro país, especialmente porque luego de comenzada la vacunación masiva los casos de coronavirus bajaron a niveles mínimos.
El “pasaporte sanitario” que generó profundos debates –e incluso revueltas– en países como Francia y Estados Unidos, en la provincia de Buenos Aires se anunció para la ampliación de aforos, pero rápidamente quedó en desuso a partir de la buena situación sanitaria en general.
Tanto el Ministro de Salud como el gobernador Axel Kicillof han señalado una característica de nuestro país que, a vistas de lo que ocurre en todo el mundo, es cierta: Argentina no tuvo problemas con los antivacunas.
Desde que se destapó el cuello de botella que impedía la llegada de dosis a nuestro país, la campaña se mantuvo a buen ritmo en las diferentes etapas. Esta última, que incluye a menores de edad, permitió volver a acelerar el ritmo y llegar a inocular 100.000 personas a diario.
“Ya tenemos casi 14 millones de bonaerenses con la primera dosis aplicada, más de 11 millones con la segunda dosis también. Esa es la clave, seguir vacunando”, concluyó Kreplak en El Destape.
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