Florencio Randazzo rompió este fin de semana un silencio que acumulaba casi dos años completos, desde la noche del 22 de octubre de 2017, cuando recibió los resultados definitivos de la elección legislativa que lo tuvo como primer candidato a senador nacional, dentro del PJ pero lejos de la Unidad Ciudadana que ensayó Cristina Kirchner, quien se negó una y otra vez a habilitar una primaria para competir.
Desde su pago chico, al que llegó acompañando al candidato Alberto Fernández, Randazzo dejó un tendal de definiciones políticas que incluyeron una autocrítica por las posturas asumidas en el pasado. “Me genera un montón de contradicciones, porque había tomado, de alguna manera, distancia”, le dijo a La Razon de Chivilcoy, respecto de la sensación que le provocó la vuelta a la actividad política.
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En esos términos explicó su ostracismo: “siempre milité en el mismo espacio y decidí, después del 2017, cuando no fui acompañado como yo esperaba, dar un paso al costado, entendiendo que el equivocado era yo”, dijo.
En esos comicios, el frente que encabezó Randazzo obtuvo el 5 por ciento de los votos y quedó en la quinta colocación, lejos de los 36 que obtuvo el kirchnerismo y más aún de los 42 que se llevó Cambiemos y que significó la victoria de Esteban Bullrich y Gladys González sobre Cristina Kirchner.
Pero parece cosa del pasado. Ahora el dirigente oriundo de Chivilcoy celebra estar “aportando un granito de arena para que la Argentina cambie definitivamente”. “Tengo una enorme esperanza”, admitió en la entrevista con el medio local, en la que pidió el voto para la candidata “Coty” Alonso, pero también para “Alberto en Nación” y “Axel (Kicillof) en Provincia”.
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