A semanas de comenzar formalmente la campaña electoral, el gobernador Axel Kicillof viajó hasta Beguerie, un pueblo rural de Roque Pérez, con anuncios importantes para el sector agropecuario, el más refractario a las políticas que se implementan desde el Frente de Todos, y un tiro por elevación contra María Eugenia Vidal.
El plan anunciado por Kicillof comprende una inversión de 6.500 millones para atender a 1.200 kilómetros de caminos que conectan pueblos, escuelas y que son clave para transportar la producción agropecuaria. Se enmarca en un plan estratégico cuyos alcances no fueron anunciados, porque la premisa de la administración es no hacer promesas que no se puedan cumplir.
TE PUEDE INTERESAR
Legislatura: el massismo exige explicaciones por el oro argentino enviado a Londres
La senadora del Frente Renovador Sofía Vanelli presentó un proyecto para que el Congreso cree una Comisión Bicameral que investigue el envío de reservas de oro del Banco Central a Londres, cuestionando el procedimiento y demandando datos concretos sobre cantidades, contratos, vuelos y costos.
Una resolución de Vidal sigue sin ser derogada y deja la puerta abierta a las fumigaciones
Kicillof aprovechó esa directiva para pegarle al gobierno de María Eugenia Vidal. “No nos gusta anunciar que vamos a construir pirámides, que vamos a techar la provincia o cualquier verso como se hizo en la etapa anterior”, disparó.
Después fue más específico y recordó que durante la administración Cambiemos “también se anunció algo para los caminos rurales y fue puro humo porque ni siquiera se comenzó”. Y, si bien afirmó que no buscaba polemizar, fue por más y sostuvo que ese plan “discriminó políticamente” por color político.
El gobernador se refería a una promesa que María Eugenia Vidal lanzó a comienzos de 2018: la reparación definitiva de 12 mil kilómetros de caminos rurales -diez veces más que los contenidos en el plan de Kicillof-, que jamás se concretó. La propia Vidal fue achicando el objetivo: en 2019 hablaba de 4 mil kilómetros, pero al final de año ni siquiera eso se había podido plasmar.
Axel Kicillof y sus dardos para María Eugenia Vidal
En octubre de ese año, días antes de la segunda vuelta que terminaría por alejarla del poder, la entonces gobernadora y su ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís, mostraron “algo” de gestión: presentaron las máquinas que fueron entregadas a los municipios para que comenzaran a ejecutar las obras.
“Lo único que se comenzó fue un pedacito en Brandsen”, reconoció ante la consulta de INFOCIELO el representante de un entidad que agrupa a productores agropecuarios. “La Provincia compraba maquinaria y colaboraba con el adiestramiento del personal, porque no es fácil la tarea”, agregó.
Cerca del entonces ministro Sarquís le comentaron a este portal que el rol de la Provincia era generar instancias de participación público privada y delegar en los municipios las obras. “Algunos activaron y otros no”, señaló la fuente.
Más allá de las evaluaciones, el diagnóstico del Gobernador es correcto: no se ejecutó prácticamente nada del ambicioso plan con el que Vidal y Cambiemos hicieron campaña, a pesar de lo cual el estado de los caminos rurales no estuvo al tope de la agenda agropecuaria, en parte porque las lluvias, un factor preponderante para su deterioro, no fueron demasiado abundantes.
TE PUEDE INTERESAR
