Los cruces del intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, con las autoridades provinciales, en medio de la cuarentena decretada por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus, tienen en vilo a buena parte de los distritos del corredor norte de la Ruta 2.
Etchevarren, siempre polémico, pasó de cuestionar las recomendaciones de las autoridades, antes del aislamiento total, y promover la continuidad de la Fiesta de la Guitarra, a clausurar estrictamente los accesos a la ciudad y, ahora, a prohibir el ingreso de un residente a su distrito.
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Se trata de un vecino de Dolores que viajó a República Dominicana entre el 5 y el 20 de marzo. A su ingreso al país presentó síntomas compatibles con coronavirus, por lo cual fue tratado primero en un hospital de Ezeiza y luego en la Unidad de Pronta Atención de Longchamps, a pocos kilómetros de allí.
Por gestiones de sus familiares, y a pesar de que todavía no tiene los resultados de los hisopados que se le practicaron para confirmar un eventual diagnóstico de coronavirus, fue trasladado a Dolores para que continúe la cuarentena en su domicilio particular, como recomiendan los protocolos.
Etchevarren no lo ve de la misma manera. No sólo rechazó el ingreso del paciente sino que denunció penalmente a los familiares y a las autoridades de la UPA de Longchamps. Además, según reconstruyó INFOCIELO, mantuvo duros cruces telefónicos con las máximas autoridades sanitarias de la Provincia.
“Hace tres días quisieron ingresarlo al hospital de dolores, hoy nuevamente quisieron ingresarlo. Tuve una gran discusión con el Ministro de Salud de la Provincia (Daniel Gollán), evidentemente hay un gran interés por traerlo a Dolores, hicimos la denuncia penal”, anunció a través de las redes del Municipio.
“No tenemos casos positivos ni sospechosos y queremos seguir asi, por eso hacemos lo que hacemos”, agregó el intendente. La denuncia versa en torno a la presunta violación del artículo 2 del DNU 297 de Alberto Fernández y alcanza al “director medico de la UPA 5 de Longchamps, como asi tambien a la familia del joven, que está gestionando el traslado por todos los medios”, indicó la asesora legal del municipio, Mariana Etchevarren, hermana del intendente.
La actitud de Etchevarren no sólo preocupó a las autoridades provinciales, sino a los distritos vecinos, que tienen asignado por los protocolos de derivación al hospital de Dolores como el destino para pacientes a los que se recomienda cuidados intensivos. “Si hace esto con un vecino de su distrito, no quiero imaginarme lo que va a hacer si necesitamos derivar uno nosotros”, razonó una autoridad local ante la consulta de este portal.
Lo cierto es que el mandamás dolorense tiene antecedentes de rechazar pacientes. En septiembre del año pasado quedó en el foco de la tormenta luego de ordenar al director del Hospital San Roque que derivara a una paciente que había sufrido un aborto espontáneo de 22 semanas.
Incluso trascendió un audio de whatsapp en que se oye al intendente pedir que no le “manden más” derivaciones, a lo que el director del Hospital le explica que no puede “mandar a una mujer con un feto muerto de 22 semanas a La Plata” porque “es vergonzoso mandar una paciente de estas características”. “Urgencias tenemos que atender Camilo”, insistió el médico, que recibió una tajante respuesta del intendente, que es veterinario de profesión: “Esto no era una urgencia”.
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