El bloque de la Coalición Cívica (CC) que conduce desde las sombras la exdiputada nacional, Elisa Carrió, presentó un pedido de juicio político para la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Esta vez, alegaron un “mal desempeño” y le imputaron ser responsable de una “comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones”.
Uno de los que puso la cara para hacer ese pedido de juicio político fue el legislador más cercano a Carrió, el diputado nacional Maximiliano Ferraro. En resumen, el bloque de la CC en la Cámara baja, acusa a la expresidenta de “avasallar las instituciones argentinas”.
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Las razones que encontraron los lilitos fue la carta que el pasado 9 de diciembre, Cristina Fernández escribió y publicó en sus redes, haciendo un repaso del primer año del Frente de Todos. Allí, la vicepresidenta cargó las tintas contra el Poder Judicial, asegurando que es el único poder del Estado que “no es democrático”, además de hacer un análisis sobre su rol frente al denominado Lawfare (guerra jurídica) que según la mandataria, busca “controlar” a la clase política, no solo a los dirigentes populares.
Pero lo curioso es que tanto la exdiputada Elisa Carrió, como su aprendiz Ferraro, fueron unos férreos impulsores de juicios políticos contra miembros de la justicia: más bien contra el expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
Los viejos tuits de Carrió y compañía, los dejan en evidencia. En marzo de 2017, la legisladora macrista anunció por esa red social: “Voy a pedir el juicio político al Presidente de la Corte (Lorenzetti)”. El tema no hizo tanto ruido como la carta de Cristina, pero Carrió continuó ampliando denuncias y en abril de 2018, Maxi Ferraro la respaldó:
“Desde @CCARI_Nacional acompañamos la ampliación del pedido de juicio político al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti realizado por @elisacarrio”, se lee en su tuit.
Pero, la inconsistencia política, se vio reflejada todavía mejor con una defensa de la institucionalidad y la Justicia por parte de la propia Carrió y Ferraro.
Hace días, la ex diputada chaqueña publicó otro tuit en el cual aseguraba que “Cristina está atacando a la Corte Suprema”. Semanas antes, el diputado nacional de la CC se hacía eco de un pedido de juicio político al actual presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, por parte de la bancada del Frente de Todos.
“El pedido de Juicio Político al Presidente de la Corte es nuevo atropello institucional e intimidación que no vamos dejar pasar. Por más que quieran, no van a poder. Somos una inmensa mayoría que defendemos el estado de derecho, la Constitución y justicia independiente”, decía su publicación.
Por fuera de las idas y venidas de parte de un sector de la oposición, la carta que publicó la vicepresidenta no alentaba taxativamente a ningún juicio político de alguna autoridad de la Corte, pero sí evidenciaba su carácter restrictivo a la democracia, por ser el único poder en el cual el pueblo no puede votar representantes.
“De los tres poderes del Estado, sólo uno no va a elecciones. Sólo un Poder es perpetuo. Sólo un Poder tiene la palabra final sobre las decisiones del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo. Si ese Poder, además de ser perpetuo, además de no ir jamás a elecciones, además de tener la palabra final sobre la vida, el patrimonio y la libertad de las personas por encima del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo; si además de todo eso, ese Poder sólo es ejercido por un puñado de funcionarios vitalicios que toleraron o protegieron la violación permanente de la Constitución y las leyes, y que tienen, además, en sus manos el ejercicio de la arbitrariedad a gusto y piacere, sin dar explicaciones a nadie ni estar sometidos control alguno… Bueno, si esto sigue sucediendo en nuestro país, estaremos muy lejos de construir la República y la Nación que, estoy segura, anhelamos la inmensa mayoría de los argentinos y las argentinas”, se lee en la misiva de CFK.
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