Desde que la Provincia admitió que, por las penurias que atraviesa, tendrá complicaciones extra a la hora de llevar adelante obra pública en municipios, la “billetera” de la nación salió a recorrer la Provincia de la mano del ministro de Planificación Julio De Vido. Así, se fueron sucediendo encuentros con hasta 15 intendentes, a los cuales se les da un tiempo breve para exponer propuestas de obras, con la promesa de obtener respuesta a los 15 días.
El requisito que se impone de Planificación es que se presenten “obras chicas” con la idea de que se puedan desarrollar en un plazo máximo de 12 meses y lograr, como efecto colateral, incrementar el empleo y la producción local.
Algunos jefes comunales se muestran molestos por el trato y por las exigencias de lealtad que vienen de parte del alto funcionario nacional. “Hay que ser leal entre los leales para recibir 10 mangos”, dijeron algunos de ellos ante la consulta de este portal.
El malestar trasciende a la oposición, que ve recortada su llegada. El intendente de San Pedro, Pablo Guacone, un radical k devenido en vecinalista k luego del voto “no positivo” de Cobos, y que tuvo que hacer esfuerzos para conservar el distrito, muy menguado de fuerzas, recibió una dura reprimenda del ministro durante el encuentro de la Segunda, celebrado esta tarde.
“En todo este tiempo no pude hacer una vivienda, y me duele mucho no poder inaugurar ni una sola vivienda. Tenemos tierras para hacer planes de viviendas…”, dijo a De Vido, según recalca NotiSanPedro, y dan cuenta varios de sus colegas presentes.
“Quiero hacer saber que se hicieron más de quinientas casas antes”, fue la réplica De Vido, en referencia a lo gestionado durante el gobierno de Mario Barbieri, hoy diputado nacional opositor. “Lo que ocurre es que en los últimos nueve años pasaron muchas cosas en la Argentina y hubo avances y retrocesos. Eso es gestionar, cada gestión deberá hacerse cargo de los resultados” consideró.
“Evidentemente, del 2003 a la fecha hubo diferentes gestiones, y hoy, a él (por otro intendente) le faltan los desagües, vos necesitás más viviendas y hay que decirlo con todas las letras: hicimos 700 viviendas y como respuesta me cortaron la ruta 9, y el intendente de San Pedro era el principal piquetero”, disparó, acaso justificando la discrecionalidad que se le achaca.
Pedidos de lealtad, o facturas por deslealtades, indican los intendentes, son moneda corriente en estos encuentros. Pese a que se exigen y se obtienen muestras de fidelidad, hay dudas sobre la sinceridad de éstas: “Ahí son todos mentirosos, no tienen coraje de decir las cosas, pero cuando están en reuniones privadas hablan cualquier cosa”, se ríe un jefe comunal que fue marginado de las listas.
“Lo peor del caso es que no les van a dar nada, no hay para dar, ya paso la otra vez que prometieron obras que nunca llegaron”, añadió. “Yo no dependo de que me den 10 pesos de Nación, el problema lo tienen otros municipios que son prácticamente inviables”, concluyó, con sorna.