Algo cambió para bien en Estudiantes con la llegada de Mauricio Pellegrino. Después de constantes errores a la hora de la elección de técnicos, todos están satisfechos con los primeros días del Flaco en la institución por su manera de trabajar y los primeros resultados positivos.
Por esta razón es que dos de los grandes referentes que tiene hoy el plantel empezaron a replantearse su situación personal que los tenía alejándose en junio, una vez que el Torneo Final llegara a su final.
Con matices en cada caso, Rodrigo Braña y Leandro Desábato ya planeaban un cambio de aire, más allá de no confirmarlo oficialmente. Pero ante estas modificaciones, ya no están tan seguros de querer irse.
El caso del Chapu tiene como complejidad que debe renovar su contrato, que vence el 30 de junio. Sabe que tiene varias ofertas del fútbol argentino y del exterior para continuar su carrera, pero es uno de los más contentos con la metodología de trabajo del nuevo entrenador, que podría sacarlo de ese “desgaste”.
“No es historia cerrada, no se puede ser determinante en la opinión”, señaló ayer alguien cercano al mediocampista, que se ilusiona además con volver a tener a su lado a Juan Sebastián Verón.
En cuanto al Chavo, la complicación para su partida venía de la mano con que firmó hace poco un nuevo contrato, aunque no tendría inconvenientes para irse a préstamo o rescindirlo.
Pero en City Bell quieren que permanezca con la roja y blanca, algo que dependerá de su propia decisión, que al igual que la del Braña, llegará con el final de la competencia.