Lo que ocurrió anoche no ocurrió jamás en la historia del fútbol argentino. En honor a la verdad, nunca siquiera les ocurrió a los hinchas del fútbol en Argentina, ni a quienes hayan nacido en Argentina y viven en otra parte del mundo. No les ocurrió, ni tampoco se le hubiese ocurrido jamás.
Pensar en priorizar un partido de la US Cup por sobre un clásico entre equipos argentinos históricos, con contados antecedentes por la Copa Libertadores, hubiese sido declarado como herejía hace unos años, pero no ayer. No desde que Messi decidió irse al fútbol de la MLS y con él, su séquito conformado por millones de fieles.
Anoche, durante un buen rato, millones de imparciales debieron verse en la cruzada (de ojos, si vale el chascarillo) de apelar a las múltiples pantallas (sea tv, pc o celulares) o al zapping rabioso para poder ver tanto la semifinal de Messi como la ida de cuartos entre Boca y Racing.
Si bien el partido de lo que es la Copa más antigua de los Estados Unidos (inició en 1914) y la 11° Copa nacional más antigua del mundo -aún por sobre la Copa Argentina – comenzaba a las 20 y el Boca- Racing 21.30, el hecho de que Inter haya logrado llevar el partido al alargue y que después Cincinatti haya exigido a los de Lionel y Tata Martino hasta los penales, hizo que la transmisiones sean paralelas por más tiempo del imaginado.
En ese contexto una buena medida de lo que le pasaba las huestes messiánicas fue el ráting durante ese marco horario. Pese a las diversas plataformas (oficiales y piratas) los números de las competencias marcó que TyC redondeó los 6 puntos antes del comienzo de Boca – Racing (dominando ampliamente en cable) mientras que Telefé (que pasó el duelo de Libertadores) tuvo picos de 20 comenzado el partido.
Algo a lo que el nuevo público del fútbol y las competencias yanquees deberá acostumbrarse es a la impuntualidad. Pese a que se cree, los partidos suelen tener una demora aceptada de unos diez minutos y en ese tiempo también fue que se vio el crecimiento de quienes siguieron a la Pulga desde la señal dueña de los derechos de la Selección.
La buena noticia es que este hecho es probable que no se repita en el corto plazo o, al menos, que no interfiera en un duelo que jamás hubiese hecho sacrificar minutos por un duelo organizado por la MLS. La final de la US Cup, la segunda de Messi en apenas 8 partidos jugados apenas más de un mes en Estados Unidos, será el próximo 27 mientras que las revanchas de la Copa Libertadores están pautadas para el 29 (Inter- Bolivar), 30 (Racing – Boca y Palmeiras Deportivo Pereira) y 31 (Olimpia – Fluminense) mientras que los que tengan a los suyos en Sudamericana tampoco se verán perjudicados ya que las vueltas serán en las mismas fechas que los duelos de Libertadores, es decir, 29, 30 y 31 de agosto.