“Bien, maestro”. “Que maestro”. “Mi hijo, es un maestro”. Frases como estas resuenan cada fin de semana en torno a los chicos que juegan al fútbol. Pero el horizonte es más amplio, y trasciendo esta propia disciplina. Madres, padres, familiares y tutores de niñas y niños emplean este término al referirse a ellos en la práctica de un deporte.
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Como ante la U de Chile y Banfield, un puñado de minutos dejó al equipo sin nada. La concentración y los planteos, aspectos claves a mejorar si quiere pelear por cosas importantes.
Muchas veces mal utilizamos las palabras. Deformamos nuestra lengua. Sobrevalorar un término y emplearlo sin pensar cuándo y cómo, nos lleva a cometer errores.
Maestra y maestros, son aquellas personas que educan. Quienes están en un aula. Pero otras y otros tanto eligen lugares diferentes, y los clubes son escenarios para sus prácticas. En reconocimiento a ellos, y en el día de las maestras y los maestros, es que en CIELOSPORTS.COM elegimos a Carlos Salvador Bilardo, Carlos Timoteo Griguol y Alejandro Sabella y compartimos sus reflexiones, al hablar del trabajo con los más chicos. Ellos trascendieron una disciplina, son ejemplo en las instituciones de la ciudad y en el país.
CARLOS SALVADOR BILARDO:
“A nivel chicos, yo nunca exigí resultados, exijo que aprendan. Y que hablemos con los padres: no puede ser que les pregunten a los chicos ‘¿cómo saliste?’, eso hay que desterrarlo. Que les pregunten: ‘¿te fue bien?’, ‘¿estás contento?”
“Carlos, en la Selección nos marcó. Tras haber estado tanto tiempo con él uno siente que estudió en Harvard. No se le escapaba ningún detalle y te tomaba pruebas día a día”, recordó Julio Olarticoechea cuando le preguntaron por Bilardo.
CARLOS TIMOTEO GRIGUOL:
“Yo siempre traté que hubiera diversión en las inferiores. Armaba ejercicios con pelota que fueran divertidos pero que, a la vez, representaran un beneficio técnico”.
“Carlos es una persona que se preocupaba por nuestra educación y por lo que hacíamos después de los entrenamientos. Si vivíamos en familia, si estábamos en pareja y cómo nos iba económicamente. Si se enteraba que estabas mal, les hablaba a los dirigentes para que nos ayudaran”, recordó Sebastián Romero del “Viejo” Griguol.
ALEJANDRO SABELLA:
“De chico nosotros hacíamos nuestros propios juguetes, nuestras propias pelotas, teníamos que crear, que pensar, para poder jugar. Ahora estás más servida la cosa. Recibir un premio en la Universidad es algo que me abruma, me supera. Una Universidad pública y gratuita, no todos los países del mundo la tienen”.
“Siempre la palabra justa, en el momento indicado. Que afortunados fuimos los que te conocemos y pudimos tenerte como entrenador. Cuantas enseñanzas y valores seguís transmitiendo. Se te quiere y se te necesita Ale”, le escribió Javier Mascherano.
