El Gobernador Axel Kicillof dio hoy la primera señal de que pueden reactivarse las clases en la Provincia, de manera presencial, interrumpidas en marzo a partir de la llegada del coronavirus. Fue durante los anuncios de programas para fortalecer la continuidad pedagógica en la Provincia, a través de un programa específico.
Kicillof no dijo demasiado, pero admitió que trabaja en protocolos para que la presencia en las aulas se reinstale, gradualmente, lejos de las áreas de mayor población y circulación viral.
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El propio Gobernador admitió que lo trabajará casi en secreto con el Gobierno nacional. “No por los medios, no con la propaganda, no con correr a nadie”, chicaneó, para diferenciarse de los planteos de la Ciudad, que presiona para que vuelva la actividad en las aulas a pesar del coronavirus.
El objetivo es que “en los lugares de más baja circulación se pueda pensar cómo hacer, con mucha prudencia, escalonadamente, para ir volviendo a la presencialidad”, según él mismo indicó.
Esto no será una decisión unilateral sino “un ida y vuelta” con el gobierno de Alberto Fernández. Antes de que se hagan ilusiones, subrayó: “Y esto no será en el Gran Buenos Aires, porque es ahí donde el virus todavía circula”.
Lo curioso de la declaración es que entra en una suerte de contradicción con lo que la ministra de Educación, Agustina Vila, expresó en el mismo acto. Vila dijo que la vuelta a clases depende “de dos condiciones: la primera es una baja o nula circulación comunitaria del virus, la segunda es que la reapertura debe ser progresiva”. “Comenzaremos cuando la situación epidemiológica ceda, hoy es tiempo de capacitarnos”, añadió.
El anuncio de Kicillof va de la mano con el avance de la discusión en torno a protocolos sanitarios para volver a enseñar de manera presencial durante la pandemia por coronavirus. Ayer, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, mantuvo conversaciones con los gremios al respecto.
El funcionario nacional presentó tres borradores de Protocolo para Nivel Inicial, Escuelas Técnicas e Institutos de Formación Profesional que serán remitidos para su análisis y posterior tratamiento y aprobación en el Consejo Federal de Educación.
La vuelta a clases es uno de los caballitos de batalla de la oposición. Hoy hubo un planteo de Alejandro Cellillo, vicepresidente segundo del Senado, para que se contemple al menos la enseñanza presencial en escuelas rurales.
A nivel provincial, los gremios rechazan de plano la posibilidad de volver a dictar clases de manera presencial. La última expresión al respecto provino de Roberto Baradel, de SUTEBA, quien, tajante, aseguró que “con estos números de contagios, no se puede plantear volver a clases presenciales”.
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