El ex coronel
Luis Enrique Baraldini, prófugo de la justicia argentina por ser uno de los mayores represores de la provincia de La Pampa en la última dictadura militar y comprometido en el levantamiento militar conocido como de los “carapintadas” de abril de 1987 contra el gobierno democrático de
Raúl Alfonsín, fue capturado este fin de semana en Bolivia y será de inmediato trasladado a su país.
La extradición fue confirmada anoche por la propia ministra de Seguridad, Nilda Garré. “Se trata de un oficial muy buscado, prófugo desde hace mucho tiempo, y además de extrema ferocidad en los años del terrorismo de Estado, y que también evidenció peligrosidad hasta hace muy poco, cuando en Bolivia participó de una tentativa de magnicidio contra el presidente Evo Morales”, informó la funcionaria.
El ex uniformado argentino, que se encontraba en el país vecinos desde 2003 dirigiendo una escuela de equinoterapia, también habría participado allí en 1980 como asesor del golpe de Estado de Luis García Meza cuando era Agregado Militar de la Embajada Argentina, según denunciaron algunas de las organizaciones de Derechos Humanos bolivianos y argentinos.
Baraldini fue detenido cuando intentaba tomar un vuelo nacional. Las autoridades de seguridad del aeropuerto lo aprehendieron después de comprobar que portaba un carnet de identidad falso bajo el nombre de Marco Antonio Aponte.
De inmediato se comprobó la identidad de Baraldini porque varios de los funcionarios lo reconocieron por su escuela de equinoterapia y su permanente aparición en medios de comunicación junto a su hija promocionando su emprendimiento.
El ex militar argentino, según testimonios de sobrevivientes de la represión en La Pampa, habría participado de manera directa en 49 desapariciones de personas en 1976 cuando ejercía el cargo de Asesor Político en la provincia.
El exmilitar estaba prófugo de la justicia de su país desde 2003, cuando un juez de La Pampa inició la causa denominada “Subzona 14”, que involucra a unos 10 militares y policías por la represión, desaparición y violación de derechos humanos en la provincia.
El juicio concluyó en 2010 condenando a 20 de todos los acusados, incluido Baraldini, quien llegó a Bolivia en 1980 con el grado de mayor y como Agregado Militar de la embajada de su país.
Carapintada
El represor, de 73 años, fue “una de las cabezas” del alzamiento de los carapintadas encabezados por Mohammed Alí Seineldín, y tuvo como “misión tomar el Regimiento de Patricios de la zona de Palermo” por lo que fue “condenado y estuvo preso en Campo de Mayo” hasta “el indulto del (presidente provisional) Eduardo Duhalde en 2002”, explicó Garré.