Asimismo, Moody’s espera que los subsoberanos “vean deterioradas sus calidad crediticia como resultado de restricciones en el acceso a los mercados, presiones cambiarias, mayores costos financieros e inflación persistentemente alta. Como consecuencia, la posición de liquidez y flexibilidad fiscal de los subsoberanos en Argentina se deteriorará notablemente, al mismo tiempo que se incrementará su carga por servicios de deuda”.

Entre las provincias afectadas se encuentran Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Chubut, Río Negro, Córdoba, Formosa, Tucumán, Misiones, y la Ciudad de Buenos Aires. Por su parte, para las empresas, la calificadora realizó una baja de sus calificaciones en escala global y todas se colocaron en revisión para la baja.
Las empresas con calificación empeorada, en tanto, son: Albanesi / Generación Mediterránea; Asociación de Cooperativas Argentinas; Camuzzi Gas Pampeana; Distribuidora de Electricidad de Salta; Distribuidora de Gas Cuyana; Edenor; Empresa Provincial de Energía de Córdoba; Holcim Argentina; Mirgor; Naturgy Ban; Metrogas; Raghsa; Sullair; Telecom; Transportadora de Gas del Sur; YPF; e YPF Energía Eléctrica.
Las calificaciones de deuda, tienen que ver con la capacidad del emisor de obtener suficiente efectivo para pagar la obligación y su voluntad para pagar. Cabe aclarar que las obligaciones financieras contractuales, en el caos de las evaluaciones de Moody’s son aquellas que exigen, independientemente de la aplicabilidad, el pago de un monto comprobable, que puede basarse en fuentes estándares de variación (p. ej., tasas de interés flotantes), en una fecha comprobable.
Las calificaciones de Moody’s no abordan fuentes no estándares de variación en el monto de la obligación principal (p. ej., indexada al capital), no habiendo una declaración expresa de lo contrario en un comunicado de prensa que acompañe una calificación inicial.
Las calificaciones de largo plazo son asignadas a emisores u obligaciones con un vencimiento original de un año o más y reflejan la probabilidad de incumplimiento o deterioro de obligaciones financieras contractuales y la pérdida financiera esperada experimentada en caso de incumplimiento o deterioro.
“La decisión de Moody’s de bajar las calificaciones del gobierno de Argentina refleja la creciente expectativa de pérdidas para los inversores como consecuencia de una presión cada vez mayor en las finanzas del gobierno, reflejada recientemente en la decisión del gobierno anunciada el 28 de agosto de postergar el pago de la deuda a corto plazo por un monto mayor a $8000 millones de dólares y de manifestar su intención de reestructurar parte de la deuda soberana a mediano y largo plazo”, dice el informe.
Además, tal como lo señaló en el anterior informe (previo a las PASO), influyen en el nuevo escenario, “el aumento de las críticas de los consumidores, la oposición política y las próximas elecciones llevaron a que el Gobierno federal pospusiera el ajuste tarifario del segundo semestre de este año”.
Sin embargo, la baja de calificaciones de las compañías reguladas de la Argentina a Caa1, “refleja indicadores crediticios relativamente sólidos, bajo apalancamiento y liquidez suficiente, combinados con cómodos perfiles de endeudamiento”.
“Las compañías eléctricas también muestran perfiles crediticios más débiles debido al alto apalancamiento y a una liquidez más ajustada debido a las necesidades financieras que surgen de sus programas de inversión”, concluyó.