Carla Hornos es la hija de Delfina Velez, una platense de 70 años que el 7 de abril ingresó a la Clínica de la Comunidad de Ensenada con Coronavirus, luego de que la derivaran por no tener camas disponibles en la Clínica Mater Dei, de La Plata.
Carla cuenta que su madre entró a la clínica con un diagnóstico de Coronavirus positivo y como consecuencia, una neumonía bilateral, pero con partes de la obra social PAMI, que indicaban que su estado de salud era bueno y se encontraba estable.
El 9 de abril trasladan a Delfina a terapia intensiva. Ella se encontraba estable, consciente, pero con respirador de oxígeno: “Todos los días el médico nos pasaba parte, y nos decía que estaba bien, sin fiebre. Ahí ya le habían sacado el celular a mi mama, así que la única comunicación era con el médico”, contó su hija Carla.
Pasados dos días mas, le informan a la familia que Delfina sería “entubada”, le suministrarían más oxígeno: “Nosotros le dijimos al médico, él no sabía nada. De hecho nos dice que le llamaba la atención y que iba a ir a ver, porque mi mamá estaba bien el día anterior”, agregó Carla.
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Ese mismo día, cedan a Delfina, la dejan con respirador, y siguen aguardando a que mejore, ya inconsciente. Pero el lunes 26 a la madrugada, luego de 19 días internada, la clínica llama para informar que la mujer había fallecido a causa de un paro cardio-respiratorio.
La familia, sin poder creer la rápida desmejora, consultaron qué hacer, si podían ir a ver el cuerpo, pero desde la Clínica le dijeron que no.
Carla no se quedó tranquila con esto y le consultó al médico que atendía a su mamá: “Me dijo que ese día se había quedado sin oxígeno el tubo central de la clínica y los camiones que recargaban no habían ido. Y no era la primera vez que pasaba”, dijo.
“A partir de ahí empiezo a pensar: ¿La primera vez q se desestabilizó mi mamá fue por falta de oxigeno también?”, pregunta Carla, quien se puso en contacto de inmediato con los familiares de las otras cinco personas fallecidas y juntos elaboraron una denuncia contra el dueño de la Clínica de la Comunidad de Ensenada, Juan Manuel De La Rosa.
“Me empezaron a llegar historias, experiencias que no solo tenían que ver con Covid, de maltrato y abandono“, contó Carla. Muchos vecinos de Ensenada aseguraron que a esa clínica le llaman “La sal si puedes”, justamente por estas historias.
“A mi mama no la mató el covid, la mató la falta de oxígeno”, sentenció Carla.
