Fue la lesión que cambió el partido de Estudiantes ante Central. O que, por lo pronto, provocó un quiebre. Porque Eduardo Domínguez se había quedado sin cambios y porque Guido Carrillo, en definitiva, no pudo seguir ni siquiera parado. Y así el Pincha jugó con diez los últimos 15 minutos, más el descuento. Y sobre el final, lo perdió.
De hecho, las lágrimas del delantero al salir lo decían todo: no podía con su alma, no tenía consuelo. Porque en definitiva, enseguida se dio cuenta que no era un desgarro más. Al delantero le hicieron estudios y se confirmó que sufrió una lesión muscula grado 3 en el gemelo interno de su pierna derecha.
El delantero, de hecho, dejó el Gigante con un vendaje especial y sin poder caminar. Una imagen que no se ve habitualmente cuando se trata de un desgarro normal. De hecho, cuando se lesionó en el gemelo derecho pegó un grito tremendo. Y luego casi no podía bajar las escaleras que lo sacaban del estadio. En efecto, sufrió el grado más grave de un desgarro.
Por lo pronto, se confirmó lo que ya se sabía: se terminó el semestre para él, ya que no estará contra Botafogo en Río y tampoco para cerrar la fase de grupos ante Carabobo.
Por eso, se recuperará pensando en la pretemporada y en lo que viene para el segundo semestre del Pincha. Si el equipo de Domínguez se clasifica a los octavos de la Copa, esa serie arrancará entre el 12 y el 14 de agosto, por lo que Guido le apuntará al arranque del torneo Clausura, previsto para el finde del 15 de julio.
De todos modos, el Pincha pierde a un hombre fundamental para buscar el pasaje a octavos de la Copa, más teniendo en cuenta el flojo presente de los otros nueve del equipo: Luciano Giménez y Lucas Alario, quien últimamente ni siquiera es recambio.