A veces los motes son más pesados que los propios partidos y eso lo sabe bien Diego Martínez, ese mismo que recuerdan los pibitos – ya adolescentes – que entrenó entre 2011 y 2014 en Boca, quienes lo vieron con la 10 de Ituzaingó o quienes lo tildaron de “hablar raro” sólo por usar definiciones modernas sobre fútbol o aquellos que lo señalaron de “lírico” por buscar formación en Barcelona donde intercambió conceptos con el propio Lionel Messi. Ese mismo, invisibilizado muchas veces y subvaluado en otras tantas, es quien puso a Tigre de cara a un campeonato impensado por la mayoría y hoy disfruta de un presente buscado, soñado y diseñado a pura convicción.
Lo que muchos desconocen es que este entrenador que, en las conferencias de presa habla de basculaciones, de transiciones y que se considera un admirador de Marcelo Gallardo tiene más fútbol “en el lomo” que muchos de los profesionales de Primera pueden jactarse y ni hablar de los charlatanes que sólo apuntan con el dedo atentando contra la construcción de un fútbol más inclusivo y menos sectorizado.
Los comienzos de Martínez, el técnico que cambió la estructura de su equipo titular para cambiar la forma de atacar en los mano a mano de la Copa de la Liga, fueron como jugador con la camiseta de Almirante Brown en 1997 para luego llegar a su etapa de entrenador en las formativas de Boca en 2011 no sin antes pasar por Guatemala, Colombia y Grecia antes de su retiro en Estudiantes de Caseros, siempre con las características naturales de los volantes creativos argentinos.
Tras su paso por Casa Amarilla Martínez comenzó su carrera desde la categoría más humilde del fútbol argentino: su debut fue en Ituzaingó en la 2015-16 donde cosechó el 52% de los puntos. Aquel auspicioso debut le dio la posibilidad de dar una salto de categoría que no se detuvo hasta llegar a la primera división donde asumió el cargo de técnico en Godoy Cruz.
Tigre finalista: Martínez, la Masía y el encuentro con Messi
Este momento de Tigre y de su entrenador no es casual. Hubo una búsqueda, una formación y una oportunidad que Martínez no dejó pasar. En 2014 Barcelona era el mejor equipo del mundo y desarrolló un proyecto de formación para técnicos en la Masía: “Yo me formé acá en el país como técnico y profesor de educación física. En Barcelona tuve la oportunidad de ver de cerca una metodología de trabajo que me sirvió para tener y agregar más herramientas a la hora del proceso de trabajo semanal“.
Allí fue el encuentro con Messi “se dio por intermedio de Manu Alfaro, que es uno de los profes del Tata Martino y con quien fuimos compañeros en Ituzaingó. Pudimos presenciar un entrenamiento y disfrutarlo junto a mis hijos. Somos fanáticos y admiradores de él por su capacidad de liderazgo y todo los que nos regala dentro de una cancha. Es
Tigre finalista: ¿en qué equipos dirigió Diego Martínez?
2011-2014: Fútbol infantil de Boca
2015-2016: Ituzaingó / Primera D
2016-2018: Cañuelas / Primera C
2018: Comunicaciones / B Metro
2018: Midland / Primera C
2019-2020: Estudiantes Bs. As. / B Metro y Primera Nacional
2020: Godoy Cruz / Liga Profesional
