Luego del Gran Premio de Austria, donde Franco Colapinto se sobrepuso a un choque pero no logró escalar posiciones, el piloto argentino volverá a subirse al Alpine en el Circuito de Silverstone, cuando la Fórmula 1 dispute el Gran Premio de Gran Bretaña. Aún así, su continuidad en el máxima competición de automovilismo internacional no está asegurada.
Alpine atraviesa momentos complicados en la F1, ya que los resultados no acompañan al equipo y actualmente se encuentra último en el campeonato de constructores. Además, las renuncias del jefe de equipo, Oliver Oakes, y de Luca de Meo, CEO del Grupo Renault, propietario mayoritario de Alpine, obligaron a Flavio Briatore a hacerse cargo del box. Una situación poco habitual.
Así las cosas, y con el rumor de la llegada de un piloto experimentado al equipo como Valtteri Bottas, Colapinto recibió un ultimátum en off: “esto es carrera a carrera”, habría sido el mensaje que le bajaron al piloto argentino. En lo que va del año, Franco corrió solo en cinco carreras y los resultados no estuvieron de su lado, aunque en gran medida culpa de un auto que no logra brindar estabilidad.

Aunque en los últimos Grandes Premios consiguió realizar buenas clasificaciones, avanzando en dos ocasiones a la Q2, en carrera el auto pierde ritmo y desde boxes tampoco ayudan. 16º en Emilia-Romaña, 13º en Mónaco, 15º en Barcelona, 13º en Canadá y 15º en Austria son sus posiciones hasta el momento.
Colapinto tendrá una nueva chance en Silverstone, este fin de semana del 4, 5 y 6 de julio, pero su lugar en la Fórmula 1 comienza a hacer una incertidumbre. Hasta ahora, Franco se centró en llevar el auto intacto nuevamente al box, evitando correr riesgo innecesarios. Dada la situación y la presión de Alpine, el argentino deberá ir un paso más allá y jugársela para conseguir algo que justifique su continuidad en el equipo.


