La historia de Norberto Briasco en Gimnasia no deja de ser particular. Pasó de ser uno de los jugadores prescindibles del plantel a ganarse un lugar como titular indiscutido al cabo de la cuarta fecha del torneo, pero ¿qué cambió en el delantero?
Norberto Briasco llegó al Lobo como reemplazo de Benjamín Domínguez y si bien sus primeros partidos en el Lobo generaron cierta expectativa con un debut interesante y un gol ante Tigre en su tercer partido, en ese mismo encuentro salió lesionado y no había vuelto a mostrar el nivel que ahora recuperó.
El jugador que supo ser elogiado por Diego Armando Maradona cuando jugaba en Huracán, fue perdiendo consideración en el ciclo de Marcelo Méndez y hasta llegó a tener algún cruce con su cuerpo técnico, pero también quedó relegado en el interinato de Zaniratto y en buena parte de la estadía de Diego Flores.
Claramente la llegada de Alejandro Orfila le renovó el aire al delantero, el uruguayo buscó vincularse y se propuso recuperar al jugador, al punto que la semana pasada el DT afirmó: “Yo soy de los que creen que el jugador que alguna vez rindió tiene que encontrar un contexto que le permita volver a rendir. Nosotros en la pretemporada ya habíamos visto algunos signos. Y en los amistosos también”.
Claramente la llegada de Alejandro Orfila fue fundamental para que Briasco pueda recuperar el nivel futbolístico que supo mostrar, pero también está claro que anímicamente el jugador trabajó para poder aprovechar su última posibilidad en el Lobo, ya que tiene contrato hasta diciembre de este año.
Además, otro de los factores para que Briasco haya tenido su oportunidad es un poco de suerte, ya que realizó la pretemporada como extremo por izquierda y las ausencias de Castillo, quien fue vendido a Lanús, Hurtado y Mammini, ambos lesionados, le abrieron la posibilidad de poder aprovechar una nueva chance.