Carlos Zambrano ya no forma parte del plantel de Boca. Pese a que todo parecía indicar que el peruano renovaría en la institución Xeneize, el vínculo se cortó de manera abrupta, por lo que debió buscar nuevo destino. Ante esto, el central de 33 regresó a su Perú natal, donde defenderá los colores de Alianza Lima.
Sin embargo, en su presentación oficial en su nueva institución, al defensor se le consultó sobre su paso por Casa Amarilla y se mostró ambiguo en las sensaciones. Por un lado destacó el buen trato con sus compañeros y trabajadores del club, pero también dejó en evidencia que no se fue de la mejor manera con la dirigencia.
“El tema de Boca es muy complicado porque se decidió en un día y medio. Todo estaba prácticamente cerrado. Pero al final ocurrieron cosas complicadas, que escaparon de mis manos. Y lo primero que hice fue regresar a Perú y, por mutuo acuerdo, romper contrato”, comenzó diciendo el defensor. “Yo siempre fui un caballero. Nunca hablé de más. Me criticaron por todos lados sin pruebas. La prensa siempre especulaba mucho. Sacaban cuatro o cinco versiones. Aún así yo me quedaba callado. Me golpeaban por todos lados. Siempre me caractericé por ser así: nunca hablar de más ni opinar. Siempre me la comía solo”, continuó. “Queda en ellos cómo fueron las cosas. Yo me quedo tranquilo porque siempre fui directo. Nunca fui doble cara. Pero así es el fútbol. Me tocó hacer algo allá y venir a casa ahora. Estoy donde tengo que estar. Eso es lo que más cuenta para mí”, reflexionó.
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Pese a esto, lo más polémico llegó a continuación, cuando le preguntaron sobre el balance de su paso por el Xeneize, en el que estuvo tres años.
“Me quedo muy pero muy tranquilo. Yo sé lo que hice. Soy un profesional cuando estoy en el campo. En el camerino estuve diez puntos con todos. Si les preguntan a mis compañeros o a la mayoría de los trabajadores, todos se quedaron contentos conmigo. Me escribieron todos tristes porque me iba”, indicó. “Pero es parte del fútbol. Es un negocio muy grande, de lo cual a veces se tienen que aceptar decisiones de arriba. Como digo, yo no voy a salir hablar mal ni bien de nadie. Simplemente soy como soy. Si tengo que acatar las órdenes, las voy a acatar”, manifestó.
Por último, remarcó: “Yo podría hablar la realidad, pero no es dable. Prefiero quedarme callado y nada más. Me quedo muy tranquilo en ese aspecto. La dirigencia sabe la realidad. Yo estoy muy agradecido por la oportunidad que me dieron. Fueron tres años hermosos. Y siempre voy a estar agradecido, que es lo que cuenta”.
