El próximo 16 de mayo el Frente de Todos confirmó que definirá sus listas de cara a las elecciones de agosto y octubre, y mientras aún no surge una definición clara de la estrategia oficialista, el ministro del Interior nacional, Eduardo Wado de Pedro, presiona por obtener un lugar protagónico.
Si bien la Cámara Nacional Electoral resolvió el 24 de junio como fecha límite para la presentación de listas de precandidatos ante las juntas electorales, fue el propio PJ nacional el que en su última y breve reunión definió que llevaría un acto en Ferro el próximo 16 de mayo para acordar las mismas.
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Desde entonces, la principal novedad en la coalición de gobierno fue la renuncia a postularse a una reelección por parte de Alberto Fernández, y la reiteración de Cristina Kirchner con su habitual mensaje críptico de que “ya dio todo” y a priori no se postularía.
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En Casa Rosada, sin embargo, se encargaron de señalar con una fotografía a sus preferidos contendientes; en pleno viaje a Brasilia, esta semana Alberto Fernández se mostró junto al ministro de Economía, Sergio Massa, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el embajador en Brasil, Daniel Scioli.
En ese contexto, Wado de Pedro se muestra como opción para una candidatura en el plano nacional, para lo cual diseñó un “Plan de Desarrollo Federal” con propuestas de obras estratégicas que presentó ante senadores del Frente de Todos, como a distintos referentes del espacio. “Nos contaron su visión sobre la potencialidad productiva de cada provincia y de las economías regionales para un desarrollo integral”, aseguró el ministro tras la reunión de ayer con los legisladores.
En esa línea se inscribió también su encuentro de esta tarde junto al jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde: “Recibí en Lomas al compañero Wado de Pedro, con el que dialogamos sobre el plan integral y estratégico para el Desarrollo Federal de Argentina, que busca fortalecer el crecimiento de las provincias con más obras y amplitud de sus economías regionales”, promovió luego el lomense.
De esa manera, el referente de La Cámpora acelera su tejido de relaciones dentro el oficialismo, con especial hincapié en los peronistas más alejados del kirchnerismo. Para ello sirvió su cargo como ministro del Interior desde donde construyó una importante ligazón con fuerzas provinciales, que le valieron una fotografía con siete gobernadores apenas en febrero pasado.
En esa oportunidad, Wado de Pedro no solo marcó su perfil dialoguista y pragmático con los gobernadores, sino también su posibilidad de relacionarse con poderosos empresarios del país, como el caso del presidente de la Cámara de Comercio Argentino Israelí, Mario Montoto, quien a su vez es padre de la titular de la ANSES, Fernanda Raverta. Por medio de éste es que el ministro del Interior consiguió contratos de asistencia técnica para las provincias argentinas para el manejo del agua de parte de la compañía nacional de Israel, Mekorot.
Ese perfil dialoguista lo volvió a ensayar en marzo durante la Expoagro de San Nicolás, no sin polémica detrás. Puesto que Wado de Pedro fue fotografiado entonces de manera sonriente junto a ni más ni menos que Jorge Rendo, el CEO del Grupo Clarín acusado de financiarle el viaje a Lago Escondido al grupo de jueces y fiscales federales que Cristina Kirchner englobó dentro de “la mafia”, y entre quien se encontraba el fiscal Julián Ercolini, instructor de la Causa Vialidad por la que está condenada.
La búsqueda por dejar atrás la imagen de extremista con la que se la ha denostado a la agrupación La Cámpora, ha hecho que Wado de Pedro se muestre como un próspero empresario agropecuario frente a sus colegas de la Expoagro, en tanto que su familia es poseedora de importantes campos en el municipio bonaerense de Mercedes. A la vez que, según consignó el periodista Juan Rezzano, el ministro habría contratado a un consultor discípulo de Jaime Durán Barba para que le indique cómo descamporizarse, si existe tal cosa.
El editor de LetraP indicó que Wado de Pedro pidió la ayuda del consultor Guillermo Garat, un “ahijado” de Durán Barbra, y ex asesor de María Eugenia Vidal durante su estadía en la Casa de Gobierno de la Provincia, para que pula “el perfil que viene modelando: el de un kirchnerista no tan K”.
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