La gerontofobia implica, además del miedo a envejecer, un rechazo a todo lo que envuelve la tercera edad. Las personas con gerontofobia consideran la vejez una enfermedad, una etapa que debe ser evitada y llegan a tratar a la gente mayor con una mezcla de miedo y desprecio. La gerontofobia es un miedo patológico que desata discriminación hacia los ancianos. Algo así le está sucediendo por estas horas al periodista del Grupo Clarín, Marcelo Bonelli, que se encuentra de vacaciones en España junto a su esposa.
La revista Caras le dedicó un artículo exclusivo, y una de las fotografías los muestra en arrumacos que, increíblemente, escandalizan a muchos usuarios de redes, por lo general jóvenes, que vislumbran algo incorrecto en las muestras públicas de afecto entre personas en lo que se denomina habitualmente la “tercera edad“.
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Marcelo Bonelli (67) y su mujer, Susana Tabares, con quien lleva 38 años de matrimonio están en una playa española llamada San Juan, en Alicante.
Según Caras: “El periodista no fue pescado in fraganti, sino que las “fotos del chape” como explicaron en el programa, fueron tomadas de su Instagram, es decir que él mismo las compartió”. Y por lo que se puede ver a muchos no les cayó demasiado en gracia.
“SI YO LO VI, USTEDES TAMBIÉN“, escribe el usuario ‘Elmo Delo’, utilizando una frase usual en Twitter, expresando la necesidad de compartir algo desagradable, para no sentirse el único ‘desgraciado’ en haber sido testigo del momento aciago.
Esta, y decenas de otras muestras de descontento con la imagen, inundaron Instagram y Twitter de personas con evidentes signos de gerontofobia, porque lo que mayoritariamente cuestionaban era la muestra expresiva de afecto entre dos personas mayores, como si hubiera una edad límite para esas demostraciones públicas.
Argentina es una de las sociedades más “muchachistas”, que idolatran la juventud como si fuera un logro o un mérito, y colocan fechas de vencimiento al desenfado de mostrarse enamorados.
Esta vez fue el periodista del Grupo Clarín quien sufrió los embates de quienes se “asquean” al ver a personas mayores disfrutando de sus cuerpos y deseos más básicos del ser humano.
Como si habitaran la emblemática “Ciudad de los Domos” de la histórica serie “Fuga en el Siglo XXIII” pareciera como si algunos jóvenes de hoy fueran partidarios de excluir, o mandar al exilio, a quienes superen determinada edad, o al menos ‘prohibirles’ que manifiesten su amor desembozadamente.
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