La polémica suscitada entre el intendente de La Plata Julio Garro y la administración de Axel Kicillof por la falta de pago de la llamada “tasa de capitalidad” no es más que un nuevo capítulo de una historia vieja, tan vieja como la propia tasa, que se creó a comienzos de la década del 90 y siempre acumuló deudas.
Si bien no hay ley de por medio, la “tasa de Capitalidad” nació como una compensación a la ciudad de La Plata por el uso que hacen los edificios de la administración pública provincial de los distintos servicios que presta la Comuna: alumbrado especial, la recolección de residuos; el riego y la conservación de calles, plazas y paseos; la ocupación y el uso del espacio aéreo, el subsuelo y la superficie y la ocupación y uso del estacionamiento en playas o en la calle.
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Su cumplimiento por parte de las distintas administraciones provinciales fue bajo. Incluso cuando hubo sintonía política entre la Ciudad y la Provincia hubo tensiones. Daniel Scioli dejó el poder en 2015 con una deuda acumulada de 240 millones de pesos, equivalentes a 30 millones de dólares de la época.
Antes, en 2009, había llegado a un acuerdo con el entonces intendente Pablo Bruera: reconoció una deuda acumulada durante años anteriores pero la “canjeó” por los perjuicios que la caída del Banco Municipal le provocó al gobierno de la provincia de Buenos Aires.
Para llegar a esa instancia, el oficialismo platense promovió y obtuvo una orden del Concejo Deliberante para reclamar ante la provincia de Buenos Aires.
Al asumir María Eugenia Vidal el gobierno de la provincia de Buenos Aires y Julio Garro la municipalidad de La Plata, hubo un acuerdo para liquidar esa deuda. “Hoy recuperamos este importante ingreso que significará que contemos con $240 millones para invertir en obras y en oportunidades de crecimiento para la ciudad y en definitiva para cada platense”, se alegró el intendente tras una reunión con Hernán Lacunza, por entonces ministro de Economía.
La alegría duró poco. A lo largo de 2017, 2018 y 2019, María Eugenia Vidal incumplió sistemáticamente con el pago y la Provincia acumuló 770 millones de pesos en deuda. Como ya explicó INFOCIELO, 84 millones correspondieron a 2016, 172 millones a 2017, 207 millones a 2018 y 302 millones a 2019.
La llegada de Axel Kicillof al gobierno de la provincia de Buenos Aires fue una gran oportunidad para hacer “borrón y cuenta nueva”. A pesar de que los signos políticos no coincidían, durante la “luna de miel” entre el Frente de Todos y Cambiemos, a partir de la obligación que imponía la llegada del Coronavirus, se anunció un principio de acuerdo.
Fue a mediados de 2020, cuando el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, se comprometió a revisar la situación luego de recibir un informe de manos del intendente Julio Garro. Como los anteriores, quedó en la nada.
Hoy, la Provincia le debe a la Ciudad 1.133 millones de pesos, más del doble si se consideran intereses, multas y recargos, y no se ve un principio de solución, que se planteó en el Senado, donde la mayoría de Juntos por el Cambio impuso el año pasado que se establezca mediante una Ley. El resultado de las elecciones de este año pueden marcar la pauta sobre su futuro en Diputados.
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