Muchos nombres y escenarios, pocas certezas. A solo cuatro meses de las PASO, las mediciones acerca de quién podría ganar las elecciones, muestran un panorama poco claro, pero al mismo tiempo con coincidencias.
El presidente Macri atraviesa su peor momento de imagen y eso podría costarle caro, aunque las encuestas destacan que maneja un núcleo duro de votos que podría acercarse al 25 por ciento. Una cifra que permitió llegar a la presidencia a más de uno. En este punto, será más que importante la decisión del radicalismo en Cambiemos. Si la mayoría se va, lo dejaría aún más débil.
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Por su parte, casi todas las encuestas coinciden en que Cristina Fernández de Kirchner crece, pero que al mismo tiempo, un eventual balotaje podría serle adverso. La clave está en el fuerte sentimiento antikirchnerista que aún perdura en parte de la sociedad y de un sector indeciso, que volcaría el escenario para un lado o para el otro.
Más atrás, el ex ministro de economía Roberto Lavagna y Sergio Massa, compiten por quién se queda con el tercer lugar. Ambos se niegan a bajarse: saben que gran parte de los votos que podrían emigrar del kirchnerismo en caso de que CFK no se presente, los colocaría en un lugar de privilegio.
De ahí que la tan mencionada “unidad” no se esté concretando realmente. Son tiempos de puras especulaciones y cálculos. Eso, no solo lo analiza el peronismo sino también Cambiemos, que por ahora no termina de desesperarse ante la visión de una oposición atomizada.
Según los analistas Hugo Haime, Federico Aurelio y Raúl Aragón, y consultoras de opinión pública, como Opinaia, de Juan Mayol, y Opina Argentina, de Facundo Nejamkis, las PASO abrirán el verdadero juego y recién allí se podrá visualizar posibles acuerdos que permitirán tener mayor claridad en el escenario electoral.
Según Haime, el kirchnerismo podría rozar el 38%, mientras que Cambiemos se encuentra con un 28%. En tanto, Lavagna y Massa pelean palo a palo con un 9 por ciento. Todo ese peronismo no kirchnerista, hoy canalizado en Alternativa Federal, podría llegar a sumar un 22 por ciento, lo que la convierte en una tercera fuerza para nada despreciable.
“Con estos números, Massa no se baja y Lavagna seguramente esperará a que lo apoyen los radicales para sacar la diferencia. Si no, no se entiende cómo le pide a los demás que se bajen de las PASO”, analizó Haime para La Nación.
El misterio ronda especialmente en saber si CFK será o no candidata. De serlo, se lleva gran parte de los votos, sólo con posibilidades de perder en caso de que en un balotaje el resto de las fuerzas peronistas no la apoye completamente.
Pero, si la expresidenta decide bajarse, casi todos coinciden que un posible acuerdo entre el kirchnerismo duro y Alternativa Federal, convertiría en presidente a cualquiera que represente ese espacio.
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