Mientras que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se mostraba junto al gobernador Daniel Scioli y el ministro del Interior, Florencio Randazzo en el acto por el 156º aniversario de Chivilcoy, al que fue invitada por el intendente local, Aníbal Pitelli en un acto del que participó, además, su antecesor -hoy ministro- Ariel Franetovich, Massa se reunía, a sólo 104 kilómetros de allí, con el intendente de Junín, Mario Meoni, que es el principal armador del vicepresidente Julio Cobos en la provincia de Buenos Aires.
Con la excusa de firmar un convenio de “colaboración mutua” y dar una charla titulada “Juntos por la Seguridad”, Massa se acercó a Junín antes del mediodía y disertó sobre las famosas cámaras de seguridad que instaló en Tigre y que utiliza como bastión para su campaña por la gobernación.
En la charla, el intendente tigrense pidió terminar con el “vedettismo” político, frase con la que algunos direccionaron a la cúpula kirchnerista, apoyó la idea de avanzar en el resto de los municipios con el tema de las cámaras. Estilo registrado y estrategia electoral blanqueada, Massa utilizó un discurso abocado plenamente a su “gestión”, pero cada uno de sus movimientos tiene un trasfondo puramente político.
El intendente reservó un capítulo para las policías comunales, cuya ampliación impulsa desde el Grupo de los Ocho. No fue casualidad que estuviera acompañado por el intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, otro de los “críticos”.
Por su parte, Meoni señaló que “como todos saben, con Sergio tengo una amistad desde hace mucho tiempo y creemos que las diferencias políticas partidarias no tienen que ser un impedimento para la búsqueda de soluciones a los problemas de la gente”.
“La seguridad es hoy un problema y tenemos que trabajar todos juntos para buscar soluciones“, dijo el máximo representante de Cobos en territorio bonaerense, que planea colocar unas 23 cámaras en el corto plazo y para eso ya firmó un convenio con el Banco Provincia.
Según pudo saber INFOCIELO, luego de la charla, los dos intendentes mantuvieron una reunión a solas en una habitación del Hotel Copahue. Esta reunión, que lejos estuvo de permanecer en secreto, se interpretó en La Plata y por las presencias, como un claro gesto provocador hacia el oficialismo provincial y nacional. Y también le sirvió a Meoni como un mensaje hacia el alfonsinismo, que está en puja con el espacio del vicepresidente por colocar el candidato a gobernador bonaerense para el año que viene.
Por otra parte, para no dejar dudas sobre sus intenciones de consolidar su armado “crítico”, después de su visita a Junín Massa se encontró en Olavarría con el intendente de esa localidad, José Eseverri, que es otro de los jefes comunales que integra el grupo rebelde. La excusa, una vez más, fue la cuestión de la inseguridad.