Nunca fue fácil la relación entre la FIFA y Diego Maradona y mucho menos amable el vínculo entre el astro argentino y los Estados Unidos. En aquel Mundial de 1994, ambos fueron los encargados de recibir a Pelusa en lo que prometía ser la cita futbolera global más impactante hasta entonces vista, sin embargo, todo se transformaría en el escenario ideal para “cortarle las piernas” al capitán argentino que, en esa última cita, dejó grabado un gol – un último gol – a la altura de su historia. Ese grito cumple hoy, 28 años.
Diego llegaba a su cuarto mundial tras haber superado una dura sanción por dóping y tras el alejamiento de la Selección. De hecho, a aquel Estados Unidos 94´la Selección llega venciendo en el repechaje a Australia y aquel duelo de ida en Sidney fue el que marcó el regreso de Maradona a la Selección: su último partido había sido la final de Italia 90´contra Alemania.
En ese contexto de tirantez con los poderosos – un territorio conocido por el de Fiorito- Diego se volvía a poner la camiseta que mejor le quedó y la cinta que solamente él podía llevar para dejar una auténtica obra de arte el estadio de New England Patriots en lo que sería su abrupto último mundial.
La operación de Mammini desató una guerra mediática entre los médicos del club y su representante
Fabio Scandizzo, repre de Ivo, prendió la mecha sobre las condiciones en las que el jugador emigró a Europa y los médicos del club sacaron un comunicado desmintiéndolo. ¿Y los dirigentes? Por ahora “silenzio stampa”, diría Coco…
La Selección de Alfio Basile es, al día de la fecha, recordado como “el equipo que iba a ser campeón si no pasaba lo de Diego”. Ese once tenía una formación soñada con Fernando Redondo, Diego Simeone, Claudio Caniggia, Abel Balbo y Gabriel Batistuta que brillaban alrededor del 10 que se mostraba en un estado pletórico.
Con el mundo siguiendo de cerca el regreso de Maradona, la Selección afrontó su primer partido del Grupo D que compartía con Grecia, Nigeria y Rumania. Aquel 21 de junio de 1994 los griegos fueron testigos del último sismo emocional desatado por Pelusa que ese día salió a la cancha junto a Islas; Sensini, Cáceres, Ruggeri y Chamot; Simeone, Redondo y Balbo (pese a ser 9 jugaba unos metros atrás para auxiliar a Diego) y el ataque se completaba con Caniggia y Batistuta.
El gol de Diego llegó a los 60 con el partido 2 a 0 para Argentina. Una combinación infernal entre Balbo, Redondo, Caniggia y Maradona terminó con el capitán colgando la pelota del ángulo del arquero Antonis Minou que vio partir a Diego y su puño cerrado hacía las cámaras para desatar un grito furioso que se transformaría en todo un símbolo de desahogo.
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El gol de Maradona a Grecia: la secuencia del desahogo en fotos
