A través de la iniciativa Municipio Unido por la Niñez y la Adolescencia (MUNA), UNICEF trabaja con los municipios para mejorar y proteger la asignación de sus recursos públicos al servicio del bienestar de niñas, niños y adolescentes.
Las políticas públicas son herramientas de transformación social con el potencial de impactar positivamente en las condiciones de existencia de la población, especialmente de niñas, niños y adolescentes. Para una implementación eficiente se requiere un financiamiento adecuado, suficiente y sostenible y los presupuestos públicos son un instrumento esencial de los Estados para garantizar los derechos de las chicas y los chicos.
“Al suscribir a la Convención sobre los Derechos del Niño, los Estados asumen el compromiso de priorizar a la niñez en sus presupuestos y de asignar el máximo de los recursos para avanzar en la realización progresiva de sus derechos y en la reducción de las inequidades”, explica Julia Frenkel, experta en inversión social de UNICEF.
En este marco, UNICEF trabaja a nivel territorial con los gobiernos locales a través de Municipio Unido por la niñez y adolescencia (MUNA), una iniciativa que tiene por objetivo ubicar en el centro de las políticas públicas la agenda de niñas, niños y adolescentes. Entre sus distintas líneas temáticas de trabajo –como participación adolescente, primera infancia, inclusión educativa, salud sexual y reproductiva, entornos saludables y libres de violencia, entre otras- se destaca la del fortalecimiento de la gestión fiscal y presupuestaria local que busca mejorar y proteger la asignación de los recursos públicos de los municipios en favor de las chicas y los chicos.
“Desde MUNA ofrecemos asistencia técnica y capacitación para que los municipios puedan cuantificar el gasto público municipal dirigido a la niñez”, señala Malena Aprile, experta técnica que lleva adelante la línea “Mejora de la gestión fiscal y presupuestaria municipal para la garantía de derechos” en el marco de MUNA.
UNICEF trabaja con los municipios para mejorar y proteger la asignación de sus recursos públicos al servicio del bienestar de niñas, niños y adolescentes.
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“Esto incluye no sólo la inversión que realizan en políticas específicamente diseñadas para ellas y ellos, como pueden ser las de educación o las de cuidado de la primera infancia, sino también en otras políticas que están dirigidas a una población más amplia de la cual forman parte, y que entra en el gasto municipal dirigido a la niñez en una proporción a determinar”.
Cómo es el trabajo de los municipios para el bienestar de niñas, niños y adolescentes
UNICEF propone cuatro ejes de trabajo en esta línea:
- Realizar la medición, seguimiento y análisis del gasto público municipal dirigido a la niñez y la adolescencia.
- Institucionalizar presupuestos transversales de niñez a nivel municipal.
- Costear las políticas locales dirigidas a las chicas y los chicos.
- Fortalecer la transparencia presupuestaria.
“Poner una mirada general sobre qué estamos gastando dentro del municipio y hacia dónde va dirigido ese gasto nos orienta y ayuda a optimizarlo o ponerlo en discusión; nos parece fundamental saber qué gastamos y en qué”.
Verónica Camino es Coordinadora del Programa Envión de Desarrollo Social y directora del área de políticas de género, niñez y adolescencia de Balcarce, Provincia de Buenos Aires, y trabaja haciendo sinergia con la Secretaría de Hacienda y la dirección de presupuesto del municipio. Si bien el desafío es grande, sostiene que “aporta un montón el saber acompañar a las secretarías en el análisis de niñez, charlar sobre temas que son comunes de abordaje y pensar en cómo optimizar ese gasto. El aporte que nos da la línea de acción de gestión fiscal y presupuestaria es no solamente mejorar una gestión pública, sino también de redirigir ese gasto en un tiempo de muchas urgencias”, sostiene.
Virginia Rapela, Directora de Compras del municipio de Córdoba Capital, explica que en 2024 el 24% de los recursos del presupuesto estuvieron destinados a niñez y adolescencia, con educación, salud y nutrición como prioridades. “Tenemos que hacer un mayor seguimiento de cómo estamos hoy ejecutando el presupuesto para ver si ese nivel de recursos se ha incrementado, se ha disminuido o si hay que redirigirlos para hacer la proyección de 2025”, anuncia. “El desafío es seguir trabajando con las áreas que tienen contacto directo con niños y adolescentes para determinar qué porcentaje del presupuesto va destinado a ellas y ellos”.
“Para los gobiernos municipales, identificar en qué y cuánto invierten en la niñez no sólo les permite optimizar la asignación de recursos para el logro de los objetivos que se proponen, sino que también les permite visibilizar todo lo que ya están haciendo para mejorar las condiciones de vida de los chicos y las chicas de sus territorios”, amplía Federico Cetrángolo también experto consultor de MUNA para esta línea. Gracias al trabajo de UNICEF “se han puesto en diálogo distintas áreas de gobierno que quizás no habían trabajado en conjunto y esto ha generado sinergias y mejoras en la planificación y ejecución de las políticas de niñez”, celebra.
La iniciativa MUNA de UNICEF busca fortalecer las capacidades de los municipios, con formación, materiales y asistencia técnica. Sus acciones se desarrollan en 100 municipios de nueve provincias y cuenta con el compromiso de 640 funcionarios y personal técnico involucrados en su implementación.
Actualmente, hay cuatro municipios activos en la Provincia de Buenos Aires y Córdoba con la línea de mejora de la gestión fiscal y presupuestaria que tiene el potencial de impactar en la vida de más de 400.000 chicos y chicas.
