Los temores porque el PJ bonaerense corra la misma suerte que la estructura nacional luego de su intervención, tienen cada vez más resonancia dentro del peronismo, luego de la orden dictada por la jueza Servinia de Cubría y la ocupación del sindicalista Luis Barrionuevo.
Al respecto, una mini cumbre de intendentes que respaldan al desplazado José Luis Gioja tuvo epicentro en la localidad de Cañuelas, en donde tuvieron cita algunas figuras claves como Gustavo Menéndez –presidente del partido-, Fernando Gray –intendente de Esteban Echeverría-, Leonardo Nardini –Intendente de Malvinas Argentinas-, Verónica Magario –Intendenta de La Matanza-, Pablo Moyano, y el Intendente local, Gustavo Arrieta.
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La preocupación sobre este tema fue el principal tema del día.
En este sentido, Gioja puntualizó nuevamente en la ilegalidad de la intervención del histórico partido, ya que una semana antes de que la justicia se inmiscuyera en los asuntos particulares del órgano partidario, se había tomado la decisión de llamar a un Congreso partidario.
La misma situación excusa el PJ bonaerense, el cual se muestra sólido en papeles, pero a pesar de eso no confía en la justicia.
“No descansamos ni un día, junto a los apoderados venimos trabajando para aportarle a la justicia todos los elementos necesarios para revertir la decisión de intervención al partido”, dijo Gioja, quien considera que “este hecho seguramente quedará en el cajón de los recuerdos malos”.
Sin embargo, el intendente de Esteban Echeverría fue más allá y puso en palabras lo que muchos temen: “tenemos que agotar las instancias nacionales e internacionales, quieren proscribir al peronismo nacional y ahora vienen por el de la Provincia”, sinceró.
Pese a que el PJ de la provincia realizó “elecciones correspondientes”, así como la constitución del Consejo, la notificación a la justicia y la realización de un Congreso Ordinario –entre otras burocracias partidarias- los caudillos peronistas no se fían: “está totalmente prolijo y ordenado, y no hay causal objetiva de intervención”.
El rol que ahora ocupa Luis Barrionuevo desde el PJ intervenido busca más que “ordenar” la situación legal del partido. Durante estos días, estuvo dando señales de “unidad” e incluso llegó a decir que las “puertas” estaban “abiertos para todos”.
Aunque claro, no para “todas”. La jugada que está llevando a cabo el sindicalista de los gastronómicos apunta con toda seguridad a dejar afuera a la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Por ahora, las alianzas no tienen forma y ante este panorama, el gobierno de Cambiemos es el que más ventajas saca.
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