En Sudáfrica siguen exigiendo que Gran Bretaña entregue la ‘Estrella de África’, el diamante más grande del mundo, que actualmente está montado en el cetro de coronación del rey Carlos III.
Las agencias de noticias afirman que la gema de 530 quilates se encontró en Sudáfrica en 1905. Ese año, el gobierno colonial se la entregó a la monarquía británica.
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Ayelen Rasquetti (Fuerza Patria), Fernando Pérez (Somos) y Mónica Scholotthauer (FIT) debatieron sobre las problemáticas que atraviesan a la provincia y las particularidades de la zona sur y el oeste del conurbano.
Mothusi Kamanga, un abogado y activista con residencia en Johannesburgo, está promoviendo la petición en línea pidiendo la devolución del diamante, que ha acumulado unas 8.000 firmas. “Sería prudente devolver lo que nos quitaron sin nuestro consentimiento si quiere ser una monarquía reconocida, que el pueblo africano respete“, expresó.
El líder de un pequeño partido de oposición en Sudáfrica, el diputado Vuyolwethu Zungula, afirmó que “toda la riqueza mineral en Sudáfrica pertenece al pueblo sudafricano. No tienen cabida en un palacio británico“.
El diamante Cullinan es una piedra de 3100 quilates que se extrajo de Pretoria, Sudáfrica, y se conoce oficialmente como Cullinan I, porque es de donde proviene el diamante del cetro.
En la Corona del Estado Imperial que los monarcas británicos se ponen en ocasiones ceremoniales, se monta un diamante más pequeño tallado en la misma piedra, llamado Cullinan II.
Después de que la reina Isabel falleciera en septiembre de 2022, Carl Niehaus, miembro del Congreso Nacional Africano, publicó un poderoso mensaje en sus plataformas de redes sociales. “Queremos recuperar la ‘Estrella de África’ y todo el oro, los diamantes y otros minerales que el imperio británico se llevó ilegalmente de Sudáfrica“.
El “Star of Africa” es el diamante más grande jamás extraído, con un peso de 621 gramos en bruto.
Cuando llegó a Ámsterdam, estaba tallado en dos piedras principales, siete piedras preciosas y 96 brillantes. Otros fueron obsequios a otros miembros de la familia real, mientras que muchos de estos diamantes se engarzaron en las joyas de la corona.
Periódicamente desde que se abolió el apartheid, como en 1995 cuando la reina Isabel II visitó la nación, ha habido llamados para su restauración.
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