La Asociación Judicial Bonaerense (AJB) volvió a expresarse sobre el caso de Julieta Makintach, la jueza de San Isidro que está siendo investigada por filmar un documental a escondidas durante el (ya anulado) juicio por la muerte de Diego Maradona. La magistrada enfrenta un proceso de jury que podría terminar con su destitución, pero presentó su renuncia para esquivar ese maltrago. El problema es que Axel Kicillof todavía no se la aceptó.
Efectivamente, la dimisión de los jueces no es un trámite administrativo automático. Por el contrario, el jefe del Poder Ejecutivo, en este caso Axel Kicillof como gobernador de la provincia de Buenos Aires, debe aceptarla a través de un decreto. Esto último es lo que todavía no sucedió en el caso de la renuncia de Makintach y, en consecuencia, todavía sigue en funciones (aunque está suspendida por decisión de la Suprema Corte de Justicia Bonaerense).
En este contexto, tras una manifestación pública la AJB, el gremio que nuclea a trabajadores del Poder Judicial bonaerense, le envió una nota a Juan Martín Mena, el ministro de Justicia de la Provincia, para pedirle que no le acepten la renuncia a la jueza sanisidrense. Para el sindicato, “es imprescindible garantizar el juzgamiento político de su conducta”.
En línea con lo ya dicho por el Colegio de Abogados de San Isidro, el gremio que conduce Hugo Russo busca que avance el enjuiciamiento para que Makintach continúe “sujeta al proceso de remoción y a todas las obligaciones de su cargo”. “Rechazar esta renuncia no solo preserva la integridad institucional del Poder Judicial, sino que además impide que la magistrada pueda volver a ejercer funciones públicas en caso de ser destituida“, explicaron.
Por fuera de la una eventual destitución, la AJB aclaró que el jury contra la magistrada “cumple una función esencial” que es “la rendición de cuentas ante la sociedad”. En este contexto, aceptar su renuncia daría por terminado el enjuiciamiento y, por ende, liberaría a la sanisidrense de cargo y culpa.
