Garro celebra el acercamiento de Saintout, opositora “a medida”

Transcurridos algunos días desde la reunión que mantuvieron “mano a mano” Julio Garro, intendente de La Plata, y quien fuera su contendiente en las últimas elecciones, la diputada Florencia Saintout, desde el gobierno municipal no ocultan su entusiasmo.

Es que, como ya señaló este portal, la ex Decana de Periodismo -que acumula cuatro fracasos electorales de manera consecutiva- es una opositora “a medida” para las expectativas de Juntos por el Cambio de seguir gobernando la ciudad.

Ayer, el secretario de Coordinación y mano derecha de Julio Garro, Oscar Negrelli, contó en Lado P, el ciclo político de INFOCIELO, los entretelones del encuentro entre ambos dirigentes, con la premisa de “superar la grieta” en tiempos de crisis.

Negrelli recordó que a lo largo de todo 2020, Saintout había esquivado el diálogo político y que esta vez aceptó un convite del propio Julio Garro, que se salió de agenda y propuso una reunión durante una charla por zoom, en el marco de un comité de crisis local.

“Se hizo el zoom y el intendente la invitó a una reunión para mostrarle cómo son las cosas, qué se podía aportar”, narró Negrelli. Saintout, según el funcionario garrista, aceptó la invitación bajo la condición de que no hubiera “foto”.

“Se charló sobre los operativos detectar, eximición de tasas, Julio planteó que ella podía dar una mano con la carga impositiva provincial, de estar atentos a que si se producía un parate más grande económico había que recuperar la ayuda alimentaria”, detalló luego.

A pesar de la difusión que se le dio al encuentro, Negrelli admitió que no hubo ningún acuerdo, pero sí una coincidencia sobre la gravedad de la situación epidemiológica.

“Son dos dirigentes que tienen un nivel de conciencia, defendiendo sus ideas, de que la situación está por encima de la grieta. estamos de acuerdo, están las líneas abiertas, después cada uno defenderá sus porotos en las elecciones”, señaló, y admitió sus expectativas en torno a repetir la experiencia para “dar el gesto de que hay líneas de comunicación porque están pasando cosas demasiado graves”.