Tras un año entero de discusiones, YPF anunció que no se va a construir una planta en tierra para licuefacción de gas. En cambio, el proceso de GNL se va a hacer en barcos que luego trasladarán el combustible hacia los países compradores. Esto generó amplias críticas desde la provincia de Buenos Aires porque esperaban con ansias la mega inversión que implicaba desarrollar la fábrica. Sigue la polémica.
El CEO de la empresa petrolera estatal, Horacio Marín, decidió ir a la televisión para dar su versión de los hechos. En diálogo con A24, el gerente aseguró que “la planta era incierta, no había nada, ningún bosquejo”. Según él, “el mundo está migrando hacia los barcos porque es mucho más eficiente. Y nosotros lo que logramos es traer empresas internacionales a que lo desarrollen con YPF”.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, no tardó en hacerse eco de estas declaraciones. “La mejor idea que tuvo el Gobierno para no reconocer que la planta de GNL no se va a hacer es decir que nunca existió ese proyecto”, lamentó antes de marcar que “es como un niño que se tapa la cara y piensa que entonces desaparece”.
El mensaje de Kicillof, que llegó por redes sociales, estuvo acompañado de un comunicado oficial de YPF fechado el 7 de marzo de 2023. En esa gacetilla se daba cuenta de una reunión entre autoridades nacionales, de la petrolera y de Petronas vinculada a “los próximos pasos del proyecto de GNL”.
Por aquel entonces, ambas empresas firmaron un “acuerdo de entendimiento para la construcción de la primera planta productora de GNL” de Argentina. “En la fase 1 de la industrialización, se prevé la instalación de dos barcos licuefactores y en la segunda fase, la construcción de una planta de licuefacción escalable“, precisaron desde la YPF que dirigía Pablo González.
Poco más de dos años pasaron desde aquel encuentro a hoy. En ese lapso, la planta de GNL pasó de Bahía Blanca a Río Negro a transformarse en un barco.
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