El Congreso de la Nación fue testigo predilecto de un momento histórico para la vida política y social del país luego de la media sanción del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo. Ahora será el turno de que la iniciativa pase al Senado para que finalmente se convierta en un derecho que en la actualidad es negado a las mujeres y personas con capacidad gestante.
En ese marco, según el artículo 78 de la Constitución Nacional, el presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, debe informar al Senado sobre lo acontecido y deberá pasar una semana antes de que el proyecto con media sanción tome estado parlamentario.
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Por ese motivo, se podría dar tratamiento exprés y debatirlo dentro de los ocho días de su ingreso. De todos modos, es difícil que esto ocurra si se tiene en cuenta que en Diputados se abordó durante dos meses en comisiones y expusieron 723 personas.
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El Gobierno bonaerense actualizó las unidades fijas y, con el nuevo aumento vinculado al precio de la nafta, las sanciones suben hasta un 11,9%.
Al respecto, el presidente del bloque justicialista, Miguel Pichetto, adelantó que “habrá un efecto imparable y la ley va a salir del Senado. Tengo confianza en que la ley va a salir”, y añadió que “no habrá un debate muy largo, creo que con dos o tres semanas de tratamiento ya se podría votar”.
Por su parte, el titular del interbloque de Cambiemos, Luis Naidenoff, sostuvo que “el senado tiene que hacerse cargo de la demanda ciudadana y legislar realidades”, y agregó que “el aborto no es una cuestión de fe sino de salud pública”.
“Ya venimos de un debate muy fuerte y potente de Diputados, lo que no quita que haremos un plenario de comisiones, aunque en términos más acotados. Este es un asunto que se definirá en Labor Parlamentaria entre todos los jefes de bloques. ¿Si podemos votarla antes del receso invernal? Puede ser, pero veremos“, manifestó en declaraciones a Clarín.
En cuanto a las cuestiones técnicas sobre los pasos a seguir, en caso que se convierta en ley luego debe ser reglamentado por el Poder Ejecutivo. Acá existe la posibilidad de que se utilice el instrumento del veto para rechazar total o parcialmente lo aprobado. Sin embargo, el presidente Mauricio Macri ya anticipó que respetaría la decisión pero queda en el recuerdo cuando negó la ley anti tarifazos.
En caso que el Senado lo rechace, aplicaría lo establecido por el artículo 81, que dispone que “ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las Cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año”. Entonces la iniciativa no puede volver a tratarse hasta el ejercicio siguiente.
Si se introducen modificaciones al proyecto, debe volver a la cámara de origen que podrá, por mayoría absoluta de los presentes, aprobar el proyecto con las modificaciones o insistir en la redacción originaria, a menos que las adiciones o correcciones las haya realizado la revisora por dos terceras partes de los presentes. Además pasará al Poder Ejecutivo con las adiciones o correcciones de la Cámara revisora, salvo que la Cámara de origen insista en su redacción originaria con el voto de las dos terceras partes de los presentes. La Cámara de origen no podrá introducir nuevas adiciones o correcciones a las realizadas por la Cámara revisora.
Estos pasos que establece la Constitución Nacional para decidir sobre el destino del proyecto de ley, se aplicarán en un marco en el cual los senadores nacionales deben tomar nota del multitudinario acompañamiento con masivas movilizaciones con el que cuenta la iniciativa de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Seguro, Legal y Gratuito. La mayor convocatoria se vio durante el día miércoles y la mañana del jueves donde hicieron saber que se trata de una problemática de salud pública que se tiene que resolver para evitar que más personas mueran por abortos clandestinos.
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