Alguna extraña razón parece obligar a los medios corporativos a reflejar lo que sucede en Qatar siempre detrás de la búsqueda del ‘pelo al huevo‘, citando controversias que intentan minar la moral y aplacar la euforia reinante en el pueblo por los triunfos de la selección. Las empresas ligadas al diario La Nación, al igual que lo hacen las señales, portales y diarios del grupo Clarín, dan la sensación de incomodidad al tener que elegir sobre que temas escribir o hablar relacionados con el presente de “La Scaloneta”. Esta vez fue una nota sobre el elevado valor de las zapatillas de Antonella Roccuzzo, la esposa de Lionel Messi, que provocó una catarata de memes en redes sociales por lo extemporáneo, innecesario, superficial, y algo “mala leche” del artículo que bucea en un tema que hace recordar al permanente ataque que por causas similares sufría y aún sufre la Vicepresidenta Cristina Kirchner.
SE NOTAN MUCHO LOS “HILOS”
Es que se ve tan clara la intención dd La Nación detrás de reflejar hechos muy insignificantes, como preguntarse en el título cuanto cuestan un par de zapatillas, que provoca en quienes la leen una profunda ira cuando se detectan los motivos que llevan a subrayar el valor.
El mismo diario semanalmente dedica notas exclusivas para mostrar el relajado, fino, elegante y glamoroso estilo de vida de la esposa del ex presidente Mauricio Macri, Juliana Awada, pero jamás hace hincapié en el valor de lo que viste, come o muestra de su lujosa mansión. Siempre el enfoque es positivo y consigue transformar todo lo que encara la ex primera dama en algo admirable.
Entonces: ¿Qué afán los alienta a detenerse en las zapatillas de Antonella Roccuzzo y publicar su valor?
La respuesta parece ser un poco obvia, pero mucho del público habitual de La Nación no lo descubre o ni se lo plantea. Lo consume sin más, y provoca en su ánimo lo que el medio anhela. “La vida de los jugadores y sus familias está muy lejos de la del ciudadano común“, con lo cual todo lo que a ellos les suceda no mejora la vida del lector, oyente o televidente, porque viven una realidad diferente, llena de privilegios.
TODA NOTA ES POLÍTICA
Pero los usuarios de redes ya descubrieron esa treta que necesita horadar lentamente el ánimo de su público para que el Mundial y los logros del equipo en Qatar no sean transferibles al “humor social“, es decir para relativizar los triunfos y a sus protagonistas.
Por eso sobre las zapatillas de Roccuzzo no hablan como cuando resaltan un accesorio de moda que marca tendencia de Awada. Tampoco se destaca su calidad, su perfecto acabado, su gran confección o el marcado buen gusto que pudiera transmitir. Menos aún se refieren a ese calzado como representante del glamour que transmite, sino que se enfocan principalmente en su costo.
La esposa del mejor futbolista del mundo gasta 1200 euros en un par de zapatillas es el subtexto del artículo.
Otra diferencia es que cuando se refieren a Antonella la mencionan como empresaria.
De las empresas de Juliana Awada jamás dicen una sola palabra.