La obsesión de Patricia Bullrich por defender a capa y espada el decretazo y la “Ley Ómnibus” con las que Javier Milei busca obtener superpoderes – a costa del rol de contralor de los poderes legislativo y judicial-, le jugó en contra a la actual ministra de Seguridad.
Es que algunos de sus exsocios de Juntos por el Cambio parecen no comulgar con la fórmula de la “tabula rasa”, una solución simplista que permitió a libertarios y halcones hacer borrón y cuenta nueva ante inconsistencias en sus discursos recientes y sacaron a relucir un material de archivo que dejó mal parada a la extitular del PRO.
La vehemencia de Patricia Bullrich para llamar a parte de la oposición no peronista a no obstaculizar las medidas del economista libertarios se topó con una férrea resistencia del diputado Maximiliano Ferraro, una de las espadas legislativas de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, quien citó un tweet de 2019 de la actual funcionaria de Seguridad.
“¡Cambiaron República por Monarquía! Pretenden delegarle al presidente toda la actividad del Congreso de la Nación”, este es el modelo de poder que vinieron a restaurar. Una democracia clausurada a la oposición. Estamos preparados para defender a la sociedad de tamaño atropello” expresaba por aquel entonces Patricia Bullrich, en alusión al rol del Congreso ante un pedido de superpoderes realizado por el por entonces presidente Alberto Fernández.
“Yo sigo pensando igual”
Tras advertir las contradicciones de Patricia Bullrich, Maximiliano Ferraro reconstruyó el contexto de aquellas declaraciones y condenó su pragmatismo político: “Estimada Patricia, cómo no olvidarme de esta declaración tuya. Se dio luego de una reunión de la Mesa Nacional de JxC en la que fijamos posición. Yo sigo pensando igual, delegar facultades/estado de excepción no es un camino virtuoso para la República, el cambio y el desarrollo económico” comparó.
Y rechazó las acusaciones del gobierno nacional respecto a su supuesta funcionalidad al kirchnerismo: “Nosotros no queremos obstruir, queremos trabajar seriamente y que se respete la división de poderes y el sistema republicano de gobierno. El fin no justifica los medios. Una verdadera pena tu cambio de postura” concluyó.
Pese a la evidencia inapelable de la contradicción de Bullrich, algunos de sus laderos intentaron esbozar una suerte de justificación: “Si hay alguien de quien no se puede dudar de su republicanismo, es de @PatoBullrich. Ella no cambió de opinión, lo que cambió es la realidad” expresó el diputado Damián Arabia.
“Alberto Fernández recibió estabilidad y déficit cero, gracias a nuestro gobierno. Hoy estamos en las puertas de la hiperinflación, una pobreza terrible que golpea sobre todo a los más chicos (6 de cada 10 niños bajo la línea de la pobreza) y una Argentina que está al borde del precipicio. El país no da más, la gente no da más, y se necesitan medidas de carácter urgente y extraordinarias” completó.
Pese a los esfuerzos de sus allegados, Patricia Bullrich quedó en offside al intentar acomodar su discurso a las necesidades del momento. “Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros” le recordaron algunos usuarios en las redes sociales. La popular frase atribuida a Groucho Marx pareció calzarle como anillo al dedo.