Luego del incidente ocurrido el viernes de la semana pasada por la noche en el country Grand Bell de La Plata, en el que un chico de 14 años fue amenazado de muerte por un vecino, hubo un allanamiento policial y se incautó una pistola semi automática y 166 municiones, informaron fuentes oficiales.
Para dar contexto a este procedimiento policial efectuado este martes a la tardecita por personal de la comisaría Decimocuarta, ubicada en Melchor Romero, hay que remitirse al hecho sucedido cuatro días antes.

Era el último viernes de las vacaciones de invierno y, como en tantas otras casas, un grupo de adolescentes se había reunido para compartir un rato entre amigos en el country Grand Bell, uno de los barrios cerrados más exclusivos de La Plata. Pero la tranquilidad habitual del lugar se quebró cuando, cerca de las 23, el miedo se hizo presente en forma de gritos, amenazas y disparos al aire.
Según relataron los vecinos, un joven de 27 años, también residente del barrio, irrumpió con violencia en medio de la calma nocturna. A bordo de una camioneta Volkswagen Amarok, acompañado por una mujer, circuló por la calle principal del predio —donde la velocidad máxima permitida es de 20 km/h— a más de 120, según testigos.
“Venía como loco, parecía una película”, relató una vecina. El objetivo del conductor parecía claro: buscar al grupo de chicos que se había reunido dentro del Grand Bell 1 y habían usado pirotecnia. Cuando los encontró, descendió de la camioneta, se acercó a uno de los adolescentes —un chico de 14 años que también vive en el country— y, sin mediar demasiadas palabras, lo agarró del cuello y lo amenazó de muerte.
La escena no terminó ahí. Con los chicos inmovilizados por el miedo, el agresor sacó un arma de fuego y disparó dos veces al aire, de acuerdo a uno de los vecinos.
“Fue espantoso, no sabíamos si los tiros eran para asustar o si iba a pasar algo peor”, agregó otra habitante del barrio, todavía conmocionada.
El episodio no tardó en despertar la alarma del resto del vecindario. Tres patrulleros policiales llegaron al lugar, pero en vez de detener al agresor, demoraron al grupo de adolescentes hasta la llegada de sus padres. Según contaron las mismas fuentes, los efectivos sí solicitaron al tirador la documentación correspondiente por la portación del arma.
Sin embargo, desde la administración del country, el silencio fue total. “Negaron que haya habido disparos. Nos preocupa que se intente tapar algo tan grave como esto”, denunció un residente indignado.
Temor e incertidumbre
La situación generó una ola de temor e incertidumbre dentro del predio, que alberga a más de 600 familias, entre ellas políticos, empresarios, deportistas y funcionarios judiciales. “Ahora tememos represalias por parte de la familia del chico amenazado. Vivimos en un lugar cerrado, no tenemos a dónde escapar”, confió una vecina.
Ahora, con el allanamiento de este martes, el joven de 27 años fue notificado del inicio de una causa por amenazas agravadas desde la UFI N° 7 de la fiscal Virginia Bravo.
El joven no sufrió ninguna medida privativa de libertad. Y cabe aclarar que el denunciante fue el padre del menor, un hombre de 52 años.