A pesar de un blindaje que parece más un consenso corporativo por parte de los medios que silencian la información, pudo trascender la noticia acerca del juicio qué ganó la mediática Zulma Lobato por un hecho sucedido hace 11 años en las pantallas de la señal de noticias Crónica TV.
A través de esta resolución ya definitiva queda ratificado que no está permitido cualquier tipo de producción en televisión, sino que importan las personas y su vulnerabilidad.
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El último jueves se conoció el fallo judicial de la Cámara de Apelaciones que ratifica al de primera instancia y le da la razón a Zulma Lobato en la acción legal que encaró contra la conductora de aquel envío, Anabela Ascar, el productor de “Hechos y Protagonistas”, César Notaro, y el propio canal Crónica.
Extrañamente, pocos medios reflejaron la noticia.
La sentencia resaltó que las imágenes “no versaron sobre una cuestión de interés público, pues la actora sufrió un episodio en el que se vio comprometida su salud”.
En los autos “D., Z. N. c/ Estrellas Satelital S.A. s/ daños y perjuicios”, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó con su fallo una demanda impulsada la artista Zulma Lobato por daños y perjuicios contra Estrellas Satelital S.A.- propietaria de la señal Crónica TV-, la conductora Anabela Ascar y el productor César Notaro.
EL RATING NO PUEDE SER LO MÁS IMPORTANTE
El hecho que originó la demanda ocurrió en 2011, cuando la mediática asistió a los estudios del canal para realizar una nota en el programa televisivo “Hechos y Protagonistas“, conducido por Ascar.
Antes de salir al aire comenzó a sentir un malestar físico, pero le contestaron: “No importa, hay que vender”.
Lobato sufrió una descompensación y el canal grabó y transmitió toda la situación, a pesar que el propio médico del SAME pidió que apagaran las cámaras. Tampoco autorizó que la filmaran en esa situación, según explicó en la demanda.
Los jueces advirtieron que la demandante había consentido la realización de una entrevista en ese programa de televisión, pero “esta tenía por finalidad, únicamente, promocionar su trabajo”.
Sin embargo, la grabación del programa “se vio impedida por el advenimiento de un episodio desafortunado, cuyo registro fílmico en ningún momento fue autorizado; y menos aún lo fue la posibilidad de reproducirlo y/o emitirlo en público”, concluyó el fallo de la Cámara que da la razón a la demanda de Zulma Lobato.
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