Estudiantes sacudió el mercado con la llegada de Cristian Medina. El volante de Boca ejecutó su cláusula de 15 millones de la mano de Foster Gillett, que se lo cederá al Pincha como adelanto del acuerdo con el club. Así, Eduardo Domínguez ya tiene su primer refuerzo para la Copa Libertadores 2025.
Ahora bien, ¿cómo llega Medina a Estudiantes? Como cualquier otro refuerzo. Sólo que en este caso lo diferente es que este tipo de cláusulas millonarias suele ejecutarse para que un futbolista se vaya a Europa. Sin embargo, como quien pone el dinero es el grupo inversor que ya trabaja con el Pincha, esta vez no saltará al exterior sino que se pondrá la roja y blanca.
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Medina, entonces, firmará un contrato de cuatro años con Estudiantes, que hace tiempo venía trabajando en esta posibilidad. Esto descarta el rumor de que el Pincha será un puente para el jugador se vaya en junio a Europa.
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En ese mercado de verano europeo se irá sólo si lo viene a buscar un club, como a cualquier otro futbolista, y paga por él una suma considerablemente superior a los 15 palos verdes que acaba de invertir Foster Gillett en él.
Por lo tanto, si eso no sucede, Medina seguirá en el Pincha todo el tiempo que dure su vínculo, que será hasta diciembre del 2029. Así, el volante de 22 años, que jugó 160 partidos oficiales en Boca y ganó cuatro títulos, quedará en la historia como el primer refuerzo de la nueva sociedad.
¿Y si los socios no aprueban la sociedad con Foster Gillett en la Asamblea?
Por lo pronto, lo dicho: la llegada de Medina es parte del acuerdo entre Estudiantes y el magnate estadounidense. Y si el jugador se vende, cada uno se llevará la parción que le corresponde de ganancia en la sociedad (sería un 80% para Foster y 20% para el Pincha, aunque eso no fue confirmado). Luego, ese dinero se reinvertirá. Así funcionará la rueda.
La llegada de Medina ahora mismo se debe, también, a que el club debe empezar a definir el mercado de pases y no puede esperar hasta febrero, cuando se desarrollará la Asamblea Extraordinaria que aprobará o no el desembarco de Gillett. Por entonces, el equipo ya estará compitiendo.
¿Y si los socios votan en contra, qué pasa? Ahí, como en cualquier jugador acercado por un grupo inversor, también se compartirá la ganancia futura en caso de una ventana, aunque si eso sucede, iría por afuera del pre-acuerdo establecido a la espera de la Asamblea.
“Esto es un claro ejemplo de lo que los fondos privados pueden hacer en el fútbol”, dijo en estas horas el empresario Guillermo Tofoni, el apoderado de Foster Gillett en Argentina y Uruguay. La revolución que proyectó Verón, ya arrancó…
