Mientras el fútbol internacional anda cargando el almanaque 2026 con las fechas y horarios de los partidos del Mundial, en la misma Estados Unidos en la que se celebrarán la mayoría de los partidos de la Copa del Mundo un grupo de argentinos ganó un título. Porque el Inter Miami que tiene como figura a Lionel Messi y como entrenador a un ex Estudiantes como Javier Mascherano derrotó 3-1 al Vancouver Whitecaps para consagrarse campeón de la MLS.
Con goles de Edier Ocampo (e/c), Rodrigo De Paul y Tadeo Allende, el Inter Miami se impuso ante los canadienses, que habían descontado temporalmente vía Ali Ahmed. Y de ese modo, alcanzó la consagración: por primera vez, las Garzas se quedaron con el trofeo más preciado del fútbol yanqui. Y también Mascherano tuvo su título de bautismo: luego de sus tropiezos en la Sub 20 -y posteriormente en el Preolímpico– de la Argentina, hubo revancha.
El Jefecito consolidó un equipo que unió a Messi como estandarte, pero que contó con varios talentos made in Argentina: a Leo y el Motorcito se suman Mateo Silvetti, Baltasar Rodríguez, Gonzalo Luján, Tadeo Allende, Rocco Ríos Novo, Oscar Ustari, Marcelo Weigandt (21 partidos, 3 goles y 3 asistencias en Gimnasia), Tomás Avilés. A ellos se les sumaron talentos de primera línea como Jordi Alba, Luis Suárez y Sergio Busquets, todos ex cumpas del #10 rosarino en el Barcelona.

Mascherano y la historia del cierre de su carrera en EDLP
No fue una tarde más. Ni un entretiempo más. El 15 de noviembre de 2020, Javier Mascherano entendió que su carrera había llegado a su fin. ¿Cómo? Sí: durante un Estudiantes-Argentinos el Jefecito comprendió, en pleno descanso del juego que acabaría en victoria del Bicho, que era momento de decir basta.
“En el entretiempo le dije a Andújar: ‘Juego el segundo tiempo y me retiro’. Medio que no me escuchó, me preguntó ‘¿qué?’ y le dije ‘nada nada’”, reveló en 2024 en diálogo con Juan Pablo Varsky un Mascherano que ya era entrenador de la Sub 20. Todo recordando aquel 0-1 (gol de Damián Batallini).

La decisión terminó de tomar forma dentro de la cancha, en el complemento, mientras jugaba como líbero. Y tuvo un protagonista que, según él mismo recordó, aceleró todo: Mateo Coronel, hoy delantero de Atlético Tucumán. “En el segundo tiempo lo confirmé cuando me picó dos veces (Mateo) Coronel a la espalda. Jugué ese partido de central. Y después de eso dije ‘se terminó, no quiero seguir haciendo más esto’”.
Ya en el vestuario, Mascherano puso en palabras aquello que venía madurando. Fue directo a hablar con Leandro Desábato, su entrenador. “Llegué al vestuario, me saqué los botines, le toqué la puerta al Chavo que estaba con Agustín (Alayes). Le dije ‘me voy a mi casa’ y no me entendió, porque me dijo ‘sí Javi, entrenamos el martes’. Ahí le respondí ‘no, me voy y no vuelvo más. Les agradezco, no es con ustedes, el tema es mío’”.

