El nombre de Rolando Hernán Cristante es sinónimo de Gimnasia, más allá de que solo jugó dos años en el club, con 65 partidos sobre sus espaldas. Ayer el ex arquero del Lobo dijo presente en los estudios de FM Cielo, y habló de su sentimiento por el club.
“En Gimnasia fue el inicio de todo”, dijo el Nany en diálogo con Triperomaníacos, para luego continuar dejando en claro su cariño: “No lo cambiaría por nada. Dicen que no existen dos amores en la vida, aunque estoy muy agradecido a Toluca”.
Entre ese amor y su paso por México dijo: “Hice que varios compañeros mexicanos se hagan hinchas. Gimnasia para mi es un amor. Fue mi casa, mi trampolín, es mi esencia. Si hoy soy lo que soy es por Gimnasia. Es mi escuela de vida”.
“Dirigir Gimnasia para mí sería un lujo, algo exquisito, pero hoy no podría”, admitió para retrotraerse a los orígenes de su sentimiento: “Elegí al Lobo porque mi abuelo era un caballero y él era del Lobo, a pesar de que mi papá era Pincha”.
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El hijo de Guillermo nuevamente subió a entrenar con el plantel de Primera de Gimnasia y se ilusiona con algo más que ser convocado ante Estudiantes.
“Jugar un clásico es fantástico, es lo más lindo que te puede pasar”, consideró, aunque se avergonzó a recordar un episodio polémico: “La burrada de tirarle piedras a Estudiantes fue algo que me marcó. Aprendí mucho de ese error. Fue una vergüenza”.
Finalmente sobre el regreso que quedó trunco finalmente dijo: “A mi nadie me hablo en su momento, pero yo estaba totalmente dispuesto a volver al club. Siempre me fui con la idea de volver, pero lamentablemente no se pudo”.
