La salida de Fabián Rinaudo no cayó nada bien en los hinchas de Gimnasia, que se la agarraron mayoritariamente con la Comisión Directiva que encabeza Gabriel Pellegrino. Claro: esta no es la primera vez que un ídolo y referente se va de una manera no deseada.
Bajo la actual gestión el de Fito es el tercer nombre de peso para la historia reciente de la institución que se va en contra del deseo de la hinchada: los dos anteriores fueron los de Lucas Lobos y Sebastián Romero, con varias diferencias pero también con similitudes.
El sentido mensaje de Verón a Miguel Russo por su delicada situación de salud
El presidente de Estudiantes escribió un mensaje en sus redes para el actual técnico de Boca, que atraviesa un momento crítico. El Xeneize, en tanto, sacó un parte médico oficial sobre el entrenador: "Pronóstico reservado".
La edad en la que volvieron es una de las principales discrepancias, ya que ambos estaban en el último tramo de su carrera. El 10 regresó a los 36 años, mientras que Chirola volvió con 38. En este último caso vale aclarar que ya había regresado en 2008, pero que en 2010 tuvo que irse.
Luego de una temporada Lobos decidió retirarse, empujado por la falta de interés que mostró la CD en extender su vínculo, al igual que el cuerpo técnico de Mariano Soso. Con el retiro consumado, ni siquiera se le organizó un partido despedida.
Romero, en tanto, tenía intenciones de continuar jugando pero el club tomó lo que el propio presidente llamó una “decisión deportiva” y optó por no renovarle. Finalmente jugó una temporada más en Quilmes y colgó los botines.
LA PARTIDA DE FITO
Sin esos dos nombres dentro del plantel el que tomó la batuta como referente principal fue Fabián Rinaudo, sobre todo al perder titularidad e injerencia dentro de la cancha otro jugador de peso como Lucas Licht. Ahora también se aleja del Lobo.
“Me voy con un dolor gigante, pero nadie me puso un revólver en la cabeza, no quiero que maten a la CD. Lamentablemente tengo que dar este paso. Es por el bien del club ”, dijo ayer Fito en La Redonda, anunciando su salida del Lobo y a la vez poniendo paños fríos para la dirigencia.
Ese ‘cuidado’ para los directivos no evitó las críticas. Si bien algunos eligieron culpar al futbolista, dado que si hubiera dicho que no se podría haber quedado, la gran mayoría de los Triperos coincidió en que la responsabilidad está en la Comisión.
“ No estaba en los planes salir, pero el club necesita vender. Es una decisión que va en contra de mi carrera, estoy dejando una vida ”, agregó también el volante, quien no quiso echar culpas pero sí dejó mensajes entre líneas: “ Me hicieron entender que lo mejor era esto ”.
En esta ocasión el jugador asumió parte de la responsabilidad en su salida, y esa es quizás la gran diferencia con los casos de Romero y de Lobos, pero la realidad también marca que por momentos, jerarquía del jugador y cifras de la venta, la dirigencia pudo y debió haber tomado otra decisión.
