El de Piazzolla es uno de esos apellidos que estuvieron, están y estarán por siempre vinculados con la vanguardia. La cultural en general y la musical en particular. Adelantado a su tiempo el marplatense nacido en 1921, es considerado uno de los músicos más importantes del siglo XX y de hecho Google hoy lo homenajea a nivel mundial con un Doodle (un diseño especial alusivo que decora la página principal del buscador más utilizado en el mundo) en su honor.
El pequeño Astor mostró sus dones de prodigio desde sus inicios, cuando de niño tuvo su primer bandoneón y su familia ya se había mudado a Nueva York. En su retorno al país cambio para siempre la historia de la música argentina toda, no solo del tango, que en un principio le dio la espalda por su estilo revolucionario y vanguardista.
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Esa virtud propia de los talentos únicos lo llevo a ponerle el alma y el cuerpo a la música y lo alejo del deporte más popular de Argentina que es el fútbol. Pese a que algunos lo llamaban “el Tiburón del tango” nada tiene esto que ver con algún sentimiento en particular con Aldosivi y fue su nieto Daniel Astor “Pipi” Piazzola (líder de la banda de Jazz Escalandrum) quien intentó echar luz sobre si Astor tenía un club en su corazón.
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Hace algunos años la página Centrofobal entrevisto al nieto del fenómeno del tango y se habló sobre “la falta de fútbol” en la casa de la familia y que los mundiales eran los que podían llamar más la atención del genio que, de todas formas sabía que en la radio, los domingos se escuchaban los partidos de River.
“Mi abuelo no era muy apasionado por el fútbol, no lo seguía. Se dice que era hincha de Racing porque de vez en cuando lo llevaban a la cancha. Pero en el último tiempo, desde mis 13 a los 20 más o menos, le quemaba la cabeza con River. Pero la verdad es que mi abuelo estaba en otra cosa. Mejor dicho, en otra galaxia”, cuenta Pipi que pese a sus esfuerzos no pudo contagiar la pasión por el fútbol a su abuelo.
Sobre su relación personal con el fútbol se muestra cada día más fanático del millonario “después del partido en Madrid quedé más loco que el Pity Martínez. Nadie se va a olvidar de esa final”.
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