“En la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad“. La historia que contó Lorena en Twitter simboliza la perfección una de las promesas más populares a la hora de jurar amor frente al altar.
Es que, tal como la joven de Avellaneda mostró en su cuenta de la red social, su abuelo se encargó de anotar cada síntoma y estado de ánimo de su esposa mientras ella transitaba un cuadro febril con el objetivo de mantener su salud controlada, acompañarla y atenderla de la mejor manera.
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“Le bajó la fiebre. Trapo frío y a la cama”, se puede leer en la foto del cuaderno que compartió su nieta. “Se levantó un poco más animada”, reza uno de los partes posteriores, el cual da paso a uno todavía más animoso: “Merendó tostaditas con café con leche”.
La publicación de “Lo” causó sensación en la plataforma de Elon Musk, donde cientos de usuarios se mostraron conmovidos y enaltecieron tanto el compañerismo de la pareja como el profundo cariño del hombre por la mujer.
“Sentir ese nivel de amor no es tan común hoy en día”, escribió una tuitera, mientras que otra agregó: “Su letra, su constancia de cada hora par escribir cómo estaba, cuánto amor… la tostadita me destruyó”.
La historia detrás del viral
Beatriz Ayala y Lorenzo Cozzarin están casados desde hace 54 años y ambos se vuelven anfitriones cada fin de semana ante la visita infaltable de sus hijos y nietos, con quienes les gusta compartir charlas y mates.
“Siempre fueron supercompañeros entre ellos y con todos”, le cuenta Lorena a INFOCIELO, y relata cómo impactó la viralización de su publicación en los protagonistas de la historia.
“Mi abuelo está totalmente sorprendido con todo lo que le dicen, le halagaron mucho la forma de escribir, cómo la cuida”, asegura la joven, y confiesa qué explicación le dio Lorenzo sobre las anotaciones.
“Hago esto porque la amo y porque siempre veo cómo está y me interesa que los demás sepan también”, le dijo su abuelo, con quien tiene “una relación superespecial” luego de haber vivido en el mismo hogar durante la infancia.
Para la tuitera, la repercusión de la publicación fue sorprendente. “Si bien la gente del barrio quiere mucho a mis abuelos, no pensé que iba a llegar más allá; ellos tampoco lo podían creer”, dice.
“Mi abuela se muere de ternura cuando le digo que me preguntan por ella, porque me llegan mensaje preguntándome cómo está y, por suerte, está bastante bien“, sigue, y asegura: “Están superagradecidos con los mensajes que mandan”.
Por último, la oriunda de Avellaneda aprovecha la difusión del conmovedor tuit con una reflexión. “Siempre hay que estar ahí para acompañarlos porque ellos son felices con sus nietos, valoran un montón el tiempo que pasamos juntos”, sostiene, y cierra: “Hay que cuidarlos porque nos enseñan un montón de cosas, siempre tienen algo para decirnos y nos alientan cuando lo necesitamos”.
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