En la previa del acto que Javier Milei realizó en el Parque Lezama, en el barrio de La Boca, la transmisión en vivo de la señal de noticias del diario La Nación dejó una escena digna de un sketch cómico. Esteban Trebucq, uno de los periodistas de ese canal oficialista y ferviente admirador del actual presidente, se convirtió en el protagonista de un momento tan bizarro como hilarante.
EL PAREDÓN FRENTE A PARQUE LEZAMA
En su diálogo con Eduardo Feinmann, Trebucq intentaba destacar lo que consideraba un signo de los nuevos tiempos políticos que, según él, estarían transformando la ciudad.
Frente a la cámara, que enfocaba un mural cercano al Parque Lezama, Trebucq comenzó a hacer una reflexión sobre el graffiti que aparecía en esa pared. Según el periodista, era la primera vez que veía una pintada a favor de Milei en esa esquina, un lugar que, según él, siempre había estado plagado de consignas peronistas.
El fanatismo de Esteban Trebucq para con Javier Milei no lo deja ver la realidad como es
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El paredón, ubicado en las inmediaciones del límite entre San Telmo y La Boca, mostraba claramente un graffiti que, en su opinión, decía “Milei de San Telmo”.
Para Trebucq, esto era prueba suficiente de que la “revolución libertaria” de Milei estaba calando hondo incluso en barrios populares. Con visible entusiasmo, comenzó a hablar sobre cómo este tipo de manifestaciones graffiteras indicaban el cambio de época, la influencia creciente del presidente en sectores de la población que, tradicionalmente, no habían apoyado a la derecha.
Sin embargo, la realidad se encargó de ponerle un freno abrupto a sus conclusiones. Mientras hablaba, la cámara amplió el plano del graffiti, revelando la frase completa: “Fuera Milei de San Telmo”. Lo que hasta hacía unos segundos había sido interpretado por Trebucq como una muestra de apoyo, resultó ser exactamente lo contrario: una protesta contra Milei.
En ese momento, la transmisión en vivo se convirtió en una escena de comedia involuntaria, con Feinmann y el resto de los presentes estallando en carcajadas.
LA CEGUERA DEL MURAL
“Ese cartel debe ser la primera vez que tiene una pintada que no sea peronista. Te digo porque caminé durante seis años por ahí. Ahora dice Milei de San Telmo“, comenzó señalando el ex “pelado de Crónica”.
“Raro”, le replicó Feinmann. Para que luego una camioneta comenzara su marcha tras ponerse en verde el semáforo y dejara al descubierto la pintada completa qué ante el asombro de Esteban Trebucq decía en realidad: “Fuera Milei de San Telmo”
Trebuq tuvo que retroceder sobre todo lo que venía diciendo. Lo que hasta segundos antes era un discurso sobre la revolución de Milei en los barrios, se desinfló completamente al darse cuenta del error. Con una mezcla de vergüenza y humor, trató de salir del paso, pero el daño ya estaba hecho. El graffiti no solo no apoyaba a Milei, sino que lo rechazaba explícitamente.
EL ELOGIO DE JAVIER MILEI A TREBUCQ
Este momento no solo mostró la fragilidad de algunos análisis superficiales que se hacen en los medios, sino también la falta de rigor con la que, en ocasiones, se comenta sobre la realidad política del país.
Lo más irónico de todo es que, horas más tarde, durante su discurso, el propio Javier Milei mencionó a Trebucq como un ejemplo de periodismo a seguir, mientras denostaba al resto de la prensa por “operar” en su contra.
La escena en Parque Lezama quedará grabada como una muestra de que, en ocasiones, la realidad supera a la ficción. Y que, en el calor de la cobertura en vivo, la política puede convertirse en un auténtico espectáculo cómico, donde las palabras pueden volverse en contra de quienes las pronuncian en cuestión de segundos.
