El terrible impacto del tren de la Línea Roca a un camión, cuyo imprudente chofer cruzó en el paso nivel con las barreras bajas a la altura de Quilmes, generó que varias personas se pregunten la razón por la que en nuestro país se utilizan “semi barreras” y no otro tipo de “plumas” (tal uno de los nombres con el que también se las conoce) que impidan físicamente el paso de cualquier vehículo que intente trasvasar esa advertencia, a riesgo de provocar una colisión como la de este miércoles.
Si bien el debate debería enfocarse en razones de tipo psicológico, es decir porque alguien puede ser tan obtuso, imprudente, temerario, atolondrado e irresponsable como lo fue el conductor del camión, y otras decenas de “dementes” al volante que cada día sorprenden con sus maniobras desacatadas, también es necesario conocer las razones por las que se utilizan este tipo de barrera ferroviaria y no otras que quizás se adapten más a la ‘idiosincrasia anormática‘ del argentino promedio, que necesita “lomos de burro” o cualquier impedimento fáctico debido a que las advertencias o la señalética no le alcanzan para cumplir las normativas.
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¿POR QUÉ SEMI BARRERAS?
La razón que explican desde Trenes Argentinos es muy simple de comprender, y parece contar con toda la lógica (al menos para un país normal). Que la barrera no sea completa, es decir no ocupe todo el ancho de la calzada en el paso nivel, tiene también motivos de seguridad, como es la “vía de escape” por si un vehículo quedará atrapado sobre los rieles, cuando se bajan las barreras en simultáneo de ambos lados. Al ser “semi” siempre existe el modo de salir zigzagueando de esa anómala y peligrosa situación.
Vale destacar que según informa Trenes Argentinos, además, cada semi barrera automática tiene un costo de mercado de 150 mil dólares por lado del paso a nivel, es decir 300 mil de la moneda estadounidense por cada cruce.
OTRAS ADVERTENCIAS
La barrera es solo una de las varias señales que deben ser omitidas por un conductor vehícular para decidir lanzarse a “ganarle al tren” de acuerdo a lo expresado por el chófer del camión en Quilmes. Antes debió obviar señales de tránsito como la cruz de San Andrés, y otras luminosas, acústicas y físicas para cruzar cuando está llegando el tren.
Sin embargo todo esto parece ser poco para los 580 pasos a nivel que existen en la órbita de Trenes Argentinos, y no da la impresión de que exista otra salida a hechos como los de Quilmes que no sea la educación vial, los controles, y las sanciones ejemplificadoras para que se eviten semejantes osadías asesinas.
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