Comenzó diciembre y, año a año, una pregunta recurrente es: ¿Cuándo hay que armar el árbol de Navidad? Lo cierto es que hay personas que arman su árbol de Navidad el 1 de diciembre, otros el 8 de diciembre. También están los que esperan a la segunda semana del mes, y también están quienes lo tienen armado desde noviembre.
Hay muchos estilos. El árbol de Navidad suele ser real o de plástico, y es decorado con pelotas de colores o de cristal, luces, estrellas, guirnaldas y otros objetos que hagan referencia a los regalos y a Papá Noel. En este sentido, los árboles pueden ser de diferentes tamaños y la decoración siempre es personal, incluso en la actualidad que conviven diversas alternativas.
TE PUEDE INTERESAR
¿Cuándo hay que armar el árbol de Navidad y por qué?
Según se conoce, para los celtas el 8 de diciembre está relacionado con el nacimiento de Frey, dios del sol y la fertilidad. A su vez, la fecha coincide con el día de la Inmaculada Concepción de María, aunque la festividad católica no tiene relación con el armado y decoración del arbolito.
Sin embargo, se adaptó a esa historia y al nacimiento de Jesucristo. De esta manera, el árbol original nació como una representación del amor de Dios y su forma triangular se asocia a la Santísima Trinidad.
Por estos motivos, el árbol de Navidad se arma el 8 de diciembre, dando inicio a la temporada de celebraciones de fin de año, que finaliza el 8 de enero del año siguiente.
En esta readaptación de la historia, la decoración que hoy se ve también tiene su sentido. Así, las pequeñas pelotas de colores simbolizan las manzanas del paraíso que habitaron Adán y Eva antes de cometer el pecado original. A su vez, las luces también tienen su relación ancestral, ya que representan velas, la luz de Cristo, el vínculo de unión entres las familias y las personas.
¿Por qué se arma el árbol de Navidad en Argentina?
No hay una historia precisa de por qué en Argentina se arma el árbol de Navidad. No obstante, un relato popular expresa que fue en 1807 cuando comenzó a armarse el arbolito en nuestro país. Esto sucedió porque un irlandés trasladó este hábito a nuestro territorio, decorando un pino en una plaza pública. Según el mito popular, este hombre llegó a América Latina y decoró el árbol de acuerdo a la costumbre de su país de origen.
No obstante, otra historia expresa que el religioso Martín Lutero, en 1500, se asombró por cómo el brillo de las estrellas resaltaban en los árboles de un bosque por el que caminaba. Al fascinarse, cortó una de las ramas y la atesoró en su casa.
TE PUEDE INTERESAR
