El presidente de la Nación, Javier Milei, cumplió ya los primeros dos meses de gestión. Durante esos 60 días su política de ajuste y sus medidas económicas cambiaron radicalmente los destinos del dinero público. Pero eso sí: la casta está en orden.
Según el informe de ejecución presupuestaria de la administración pública nacional, en el bimestre enero-febrero, se gastó un 29 por ciento menos que el mismo periodo de 2023. Sin embargo, hubo algunas áreas privilegiadas que vieron incrementadas sus partidas y otras que sufrieron la política de déficit cero del libertario. ¿Quién pagó el ajuste?
Las áreas que más sufrieron los recortes presupuestarios están vinculadas a seguridad social, obra pública y transferencias a las provincias. El primer caso (las jubilaciones) pasaron de representar el 45% del gasto público al 26%. De acuerdo al trabajo realizado por el Centro de Economía Política de Argentina (CEPA), “la seguridad social sobresale como uno de los sectores con fuertes recortes en la ejecución de sus partidas presupuestarias”. La ANSES, por ejemplo, sufrió un recorte del 38% respecto del año pasado.
En materia de empleo y obra pública “el escenario es de una paralización casi total”, aseguraron desde el CEPA. Tal es así que hubo programas como el de apoyo para infraestructura en municipios que cayeron en un 100 por ciento. Algo similar sucedió en materia educativa con un 0% de ejecución de las partidas correspondientes al Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). En estos casos, el ajuste supone un conflicto entre el gobierno de Milei y las provincias, además del impacto en la actividad económica.
Los ganadores del ajuste libertario
Como contrapartida, los números de enero y febrero muestran que hubo sectores beneficiados por el aumento de partidas presupuestarias de la administración pública nacional. Deuda pública, seguridad y defensa.
El Gobierno aplicó un recorte millonario al fondo de emergencia destinado a los damnificados de Bahía Blanca
El Ejecutivo redujo en $100.000 millones la asistencia prevista tras las inundaciones de marzo, dejando a Bahía Blanca con la mitad del fondo original.
Una de las áreas que tuvo un fuerte aumento de sus partidas presupuestarias fue el de los servicios de deuda pública. Entre enero y febrero de 2024 representó el 30 por ciento del total de gastos devengados y fue el segundo principal destino de los fondos nacionales detrás de seguridad social.
Otro de los que aumentó sus partidas presupuestarias fue el Ministerio de Seguridad de la Nación que lidera Patricia Bullrich. Mientras las fuerzas de seguridad federales registraron caídas de entre el 5 y el 63 por ciento, la cartera de la excandidata a presidenta por el PRO aumentó su ejecución presupuestaria en un 36% con respecto a 2023.
Algo similar pasó con los programas vinculados a la seguridad y defensa. El área tuvo fuertes incrementos en sus partidas que van del 22% al 434%. El área de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad aumentó su presupuesto en un 22 por ciento, el de Logística de la Defensa en un 434% y el de Proyectos Especiales en Seguridad Pública subió en un 386%.
