Cuando faltan aún cuatro meses para las elecciones primarias, los frentes electorales y los candidatos todavía no están definidos. Eso no es óbice para que los encuestadores y analistas hagan su trabajo y presenten al electorado las “fotos” que en el largo plazo conformarán la película de la contienda nacional.
Ricardo Rouvier es uno de ellos y la última foto que sacó muestra a Cristina Fernández de Kirchner marcando distancia respecto del presidente Mauricio Macri en la carrera por la Presidencia de la Nación. Una ventaja que, dicho sea de paso, se consolida en el territorio de la provincia de Buenos Aires.
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“El promedio nacional, a la fecha, si las elecciones fueran este domingo, dan una diferencia de 8 a 9 puntos a favor de Cristina”, dijo Rouvier esta mañana, entrevistado en “Todo no se puede”, por FM CIELO 103.5. “Esa diferencia –agregó- se amplía en la provincia de Buenos Aires” hasta llegar a los “10 a 12 puntos de distancia”.
“Cristina está recuperando votos en sectores populares, tercera sección y demás, que se habían perdido. Para nosotros está en 10 a 12 puntos de diferencia. Con mucha prudencia, porque todavía estamos hablando de 15 puntos de indecisos”, subrayó el consultor, que se anotó un voto de confianza al anticipar con buen margen los resultados de 2015 y 2017.
Rouvier mostró los problemas del oficialismo para garantizarse otros cuatro años en la oficina. Una realidad que incluye a la gobernadora María Eugenia Vidal, considerada la dirigente con mejor imagen del país. Vidal, dijo Rouvier, “también pierde puntos, pero menos que Macri”.
En cuanto a los territorios, señaló que: “hay intendentes de Cambiemos que están por arriba de Vidal incluso, porque tienen buena imagen”. Ahí, anticipó el consultor, “está el problema para Cambiemos: la lista larga, el corte de boleta”.
¿Alcanzará la buena gestión para garantizarse las reelecciones? La pregunta, por ahora sin respuesta, tiene su correlato en las estrategias que vienen desplegando los alcaldes para las elecciones. Sin ir más lejos, Gustavo Posse, de San Isidro, un hombre anclado en el oficialismo pero con un pasado multicolor, ya ensaya gestos de autonomía con campañas que le pegan tangencialmente a las políticas de Macri. Todo un síntoma.
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