Tras anunciar el cierre de la fábrica, la empresa Anselmo Morvillo presentó la quiebra ante la Justicia. Mientras tanto, los empleados de la histórica imprenta del conurbano bonaerense permanecen en sus puestos de trabajo. Intervino la Provincia.
Tras abordar otros conflictos laborales similares, el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires decidió dictar una conciliación obligatoria y convocar a una audiencia. El encuentro entre el sindicato de gráficos y la dirección de la Anselmo Morvillo debía haber sido ayer, pero se frustró por la ausencia de la parte empresaria.
Por su parte, los trabajadores seguir en la fábrica y cumplir con la jornada laboral porque el objetivo de la conciliación obligatoria fue frenar los despidos. Con las negociaciones frenadas, la comisión interna del gremio va a hacer una asamblea mañana a las 11 de la mañana para definir los próximos pasos.
También habrá que ver cómo avanza el trámite judicial de la quiebra para definir el futuro de esta icónica imprenta gráfica ubicada en Avellaneda. Un juez debe definir si acepta o rechaza la presentación de la empresa y en función de esa decisión se le dará luz verde (o no) al cierre de la fábrica.
Por lo pronto, los trabajadores intentarán permanecer en la planta. “Así lo haremos hasta encontrar una solución basada en la defensa de los puestos de trabajo, de nuestros salarios, condiciones de trabajo y de todos nuestros derechos adquiridos”, aseguraron a través de un comunicado.
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