La dura y emotiva carta de la hermana de Sandra, la docente fallecida en la tragedia de Moreno

A más de un mes de la tragedia de Moreno, que se cobró la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, la hermana de la vicedirectora la recordó con una emotiva carta, resaltando su compromiso constante con sus alumnos y su humanidad.

“Qué día raro hoy. Y qué insoportable el mañana, sin vos. No me salen las palabras; las tengo atragantadas desde el jueves 2 de agosto”, comienza el escrito de Alejandra Calamano, la hermana menor de Sandra.

Alejandra, denunció además que tras la explosión de la caldera en la escuela 49 de Moreno, la familia “ni siquiera recibió las condolencias” por parte de las autoridades de la provincia.  

“Cómo no llenarme de bronca mirando la foto que acompaña esta carta, cuando en 1992 fuiste por primera vez titular de un grado. Cómo no maldecir el abandono total del Estado que derivó en tu muerte y en la de Rubén. Porque esto no se trató únicamente de la negligencia del gasista, sino sobre todo de la responsabilidad de la gobernación provincial, a través del Consejo Escolar y de la Dirección General de Escuelas”, se expresó la mujer en una carta que publicó la revista la Garganta Poderosa.

Su hermana contó que Sandra asistía a esa escuela incluso los días sábados “para llevar adelante el proyecto de Patios Abiertos”, además de ser una de las personas más comprometidas para que sus alumnos puedan tener un desayuno digno.

“Eras una gran docente, una persona increíble, transparente. A la escuela donde dejaste la vida la llamabas el ´cotolengo´”, agregó.

La vicedirectora fallecida en la escuela había denunciado reiteradas veces la pérdida de gas del establecimiento educativo, algo que incluso quedó evidenciado en los documentos del Consejo Escolar de Moreno.

Sin embargo, las responsabilidades recayeron únicamente en el gasista, tras la renuncia del interventor Sebastián Nasif, así como el Director de Infraestructura Mateo Nicholson.

“Permanentemente buscabas que la comunidad aportara desde su lugar, y hace poquito habías conseguido una donación de telas. Las lavaste y le pediste a mamá que hiciera las cortinas para todas las aulas… ´Las podés hacer de a poco y voy pasando a buscarlas´, le imploraste. Las carencias eran muchísimas, y tu corazón gigante”, describió con un hondo dolor Alejandra.

En el cierre de su carta, la mujer expresó que la lucha de la vicedirectora de la escuela de Moreno era también por una mejora “integral” de la educación, algo que en la fecha sigue siendo el principal reclamo de los docentes, que continúan sin un acuerdo con el gobierno de la provincia.

“Por eso marchabas y reclamabas lo que te parecía justo, por eso nos enseñaste, en cada uno de tus pasos, que la lucha no debía ser solo salarial, sino por el estado integral de la educación ”, concluyó.